Siempre
he pensado que vivir en la ciudad de México con toda la serie de problemas que
eso representa por las distancias, sus calles llenas de automóviles a todas
horas y por lo mismo los embotellamientos de tránsito, los bloqueos y plantones
de tantos marchistas venidos del interior inconformes y sin mucho que hacer
protestando por las calles, el exceso de gente en todos los rumbos de la
ciudad, podría haber sido una metrópoli muy complicada para vivir y últimamente
me he enterado que está considerada dentro de las más seguras en nuestro país.
Por
lo mismo resulta fácil perderse y sentirse abrumado al transitar libremente en
la ciudad y sentirse agobiado en medio del caos, las responsabilidades que cada
uno tiene que cumplir para alcanzar las metas propuestas en la mentalidad de
cada uno que habita en esta ciudad y que al darse cuenta que el tiempo no le
alcanza para realizar sus propuestas, decide dejar pendientes aquellas que le
resultan menos necesarias; y, cuando así lo decide, se da cuenta que realiza la
mayoría de ellas y deja pendientes aquellas menos importantes, que están muy
cercanas a él y que muchas veces dependen de él mismo, como pueden ser las “relaciones familiares”
En
esa parte es donde yo he considero que debe detener su marcha y si es posible,
hacer un alto en su camino para
hacerse una pregunta que siempre resulta útil: “Qué es realmente lo más importante para mí?. Y hago esta
reflexión, porque me he dado cuenta que la mayoría de la gente que está muy
ocupada en sus labores y otra que yo conozco, dejan por cumplir los compromisos
que han aceptado con sus familiares, para realizar otras obligaciones de otras
personas de menor importancia, con tal de cumplir sus ofrecimientos y tal vez
de menor trascendencia en razón afectiva.
Yo
recuerdo que en mis momentos de fuerte actividad y de diversos compromisos por
cumplir, como parte de mis compromisos personales; y, en las primeras horas por
la mañana, dedicaba un momento y muy corto por cierto, para recordarme a mí
mismo ¿Qué era lo más importante para mí
en ese día, para mantener en orden mis prioridades?
Para
mí resultaba un reactivo muy importante, porque me recuerda que a pesar de toda
la serie de responsabilidades que debía realizar en esa fecha, tenía
oportunidad de decidir que representaba para mí, lo más importante en mi vida y
cuáles eran las cosas a las que debía dedicar mis energías, dando preferencia a
mi familia más cercana para atender a mi esposa y mis hijos, que fueron
satisfacciones que a la fecha todavía me duran, porque son las que
verdaderamente valieron la pena atender lo cual me dejó satisfecho en esos días
y ahora gozo al recordarlas. Tal vez aquellas que estaban enlistadas como
verdaderos compromisos, y que algunas veces dejé de atender para otro momento.
Me
he dado cuenta que muchas veces las personas dan más atención para atender los
compromisos con otras personas y dejan pendientes a veces por olvido, esos “pequeños compromisos”, así pueden ser
sus familiares cercanos, por ser cosas que se pueden atender en otra fecha y si
no es así, son considerados como cosas menos importantes que por lo mismo,
dejan de atender “por falta de tiempo
para hacerlo”
Cuando
dedico unos momentos para recordarme a mí mismo lo que es realmente importante,
me doy cuenta que estoy centrado en mis compromisos y que estoy actualizado en
el momento presente; y eso me beneficia en mi persona, porque me tomo el tiempo
suficiente para hacer lo que debo hacer sin ninguna prisa y el hecho de tener
razón o no, pierde para mí todo su atractivo.
En
cambio cuando llego a olvidar recordarme qué es lo importante de verdad, me doy
cuenta de que llego a perder de vista mis prioridades con gran rapidez y una
vez más, me pierdo en mi actividad, porque manifiesto prisa para varias cosas,
mi tiempo transcurre más rápido y siento que no me alcanza debidamente, trabajo
de más, y dejo pendientes actividades personales, me salto el ejercicio, dejo
mi lectura favorita y hago otras cosas que no son muy prioritarias y que se
oponen a mis metas que me he fijado realizar.
Reconozco
que puede resultar aventurado preguntarte: ¿Para
ti qué es lo importante? Puedes
llegar a considerar que algunas cosas que estás haciendo, se hallan en
conflicto con las metas que te has propuesto alcanzar. Puede ser que te
permitas considerar que alguna de estas estrategias te pueden ayudar para
alinear tus actos con tus metas y decidas cambiar tus prioridades para atender
aquellas más conscientes y afectuosas… ¿como
pueden ser tus relaciones personales?
No hay comentarios:
Publicar un comentario