martes, 7 de mayo de 2013

MUÉVETE...MUÉVETE.


¡MUÉVETE!
El ejercicio es un ingrediente importante y necesario para mantener tu salud, tu peso y combatir el sedentarismo y la obesidad que tanto perjudica al organismo humano. Si haces ejercicio más de veintidós veces durante un mes, cumples una norma que han establecido los instructores y los conocedores de esta materia y tal vez como mantra, no me cansaré de recomendarte: “el ejercicio saludable significa un cuerpo sano ahora y en las décadas futuras”. El ejercicio puede tomarse de base para cualquier finalidad, desde una caminata de 30 minutos diarios, al entrenamiento con pesas, o bailar rápidamente si tienes oportunidad de practicarlo, así que “atrévete a moverte y no dejes de hacerlo” es por tu beneficio.

¿Crees que necesitas ser integrante de un gimnasio o de un salón de baile para que el ejercicio sea una prioridad y puedas practicar el ejercicio que necesitas? Es probable que no consideres el ejercicio tan necesario a menos que te encuentres en un centro rodeado de físico culturistas sudorosos y dedicados al mantenimiento de sus cuerpos con el ejercicio, levantadores de pesas o de mujeres con uniformes deportivos, con mallas y colas de caballo que pasan horas en el gimnasio arriba de una caminadora, o de una bicicleta fija, ¿Verdad?

No es así, muchas personas tienen la idea equivocada que quemar calorías y construir músculos son cosas que solamente lo pueden lograr en un gimnasio; esto es absolutamente falso. No importa el lugar en que te encuentres para ejercitarte. Lo importante es que siempre estés en “movimiento”, así se trate de una bicicleta fija en el baño de tu casa, en una escaladora o una caminadora casera, o si subes escaleras en vez de tomar el ascensor para llegar a tu centro de trabajo, o si en espacios libres de tiempo en tu oficina haces sentadillas o flexiones de tu cuerpo para sacudir la posición fija que tienes en tu oficina. Lo importante es que estés quemando grasa y calorías, tratando de ejercitar tu masa muscular y lo más importante… “en movimiento”.

Tu cuerpo no se entera si dispones de un horario especial para llevarlo a un club deportivo de lujo con equipo de alta tecnología, o si recorres una vuelta alrededor de la manzana donde estés ubicado, en todas formas experimentará un efecto positivo del ejercicio que practiques, sin importarle dónde, en qué momento y como te mueves. Puedes caminar mientras pasas tiempo en el teléfono, caminas distancias cortas en lugar de subirte al auto, subes y bajas escaleras y la lista de lugares y formas de ejercitarte continúan, ocupando tus espacios libres.

Piensa por un momento que todos estos movimientos que realizas te permite quemar más calorías que tus demás compañeros que no se preocupan por ejercitar su cuerpo. Puedes quemar cientos o incluso miles de calorías por el simple hecho de moverte un poco más cada día.  Si tú no has tenido la oportunidad de hacerlo, no dejes de pasar este momento, es decir hoy mismo y puedes decir: “me gustaría empezar a encontrar todo tipo de formas desde el momento en que me levanto, hasta que me acuesto”.

Puedes ayudar con el ejercicio a tu corazón y a tu circulación. Muchos estudios han demostrado que con el ejercicio estimulas tu circulación y tu cuerpo produce menos sustancias químicas inflamatorias si tú te encuentras en forma. Y ¿cómo haces para estar en forma? Yo te diría que con el ejercicio de “cardio”. La práctica del ejercicio cardiovascular es una herramienta importante para reducir los niveles de grasa abdominal, ayudándote sobre todo para seguir estando en “forma”.

Por “cardio” puedes practicar ejercicios como: caminar, trotar, utilizar tu bicicleta, nadar, practicar alguna clase de danza aeróbica. Es recomendable que te fijes como objetivo hacer alguna práctica por lo menos de treinta a cuarenta y cinco minutos de ejercicio tres veces a la semana. Esta práctica te obligará a respirar en forma más profunda de lo normal que acostumbras y sentirás un poco más de calor.

Es importante que integres tu vida, en hábito de practicar ejercicios en forma constante, porque como mencioné al principio te ayudará mucho a combatir el “sedentarismo” que mucho entorpece diversas funciones de tu cuerpo. Al principio no es necesario que dediques mucho tiempo, son suficientes los treinta minutos diarios y en forma que no afecte tus rutinas. Puedes modificar tus prácticas y ejercitarte con pequeñas caminatas,  buscando alguna forma de trotar y si es posible adquirir algún equipo deportivo para ejercitarte en casa. Recuerda que todo lo que tú hagas por tu salud, tendrá una respuesta después de la práctica diaria en los años venideros.

Es muy posible que olvides tu pasado y trates de iniciar hoy mismo tus nuevas rutinas y debes tener conciencia en decidirte por mejorar tu salud, convencerte que es el momento adecuado para empezar tus propósitos que tal vez alguna vez dejaste pendiente, convenciéndote que la diferencia del mañana, estriba en el esfuerzo que decidas hacer desde hoy por ti mismo, que es lo más importante.
 

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