Muchos
avances de la ciencia se han conseguido con el incremento espectacular en la esperanza
de alargar la vida en nuestro país. En el siglo XX y en el período de los años,
veinte y treinta, la edad máxima de vida estaba comprendida entre los 30 y 35
años, llegar a esas edades la gente se consideraba persona anciana. Se ha
operado un cambio notable en el siglo XXI, de acuerdo con el censo de 2010 que proporcionó
el Instituto Nacional de Geografía y Estadística se nos informa que el promedio
de vida de los mexicanos actualmente es de 73 años para los hombres y 78 años
para las mujeres.
Se
dice además, que nuestro país, es de jóvenes al considerar el promedio de vida
de la población es de 26 años. También se comenta que de la población total o
sea de ciento ocho millones, el 7% corresponde a nosotros los mayores de 60
años, y para el año 2015, llegaremos a integrar el 15% formado por longevos, o
sea que el número de ancianos va en crecimiento, debido a los avances
tecnológicos de la medicina, el uso de vacunas, así como la aplicación de
sistemas sanitarios.
Los
sistemas utilizados por el sector salud en sus rangos público y privado, han
evolucionado mucho en materia de longevidad y la tendencia consiste en
continuar mejorando los servicios médicos con mayor número de hospitales y
clínicas para la atención de mayor
número de enfermos, para conseguir que los beneficiarios dispongan de una vida
más prolongada pero de mejor calidad.
Lo
importante es encontrar el gusto y placer a la vida, porque al vivir más
tiempo, debe darse sentido a ese aumento
en el número de años, existen jóvenes que se consideran viejos y lo
importante de estos avances conseguidos es de que los viejos se sientan jóvenes
y aprovechen mejor su vida.
Yo
considero que todas las edades son buenas, lo importante es que cada uno de nosotros
le encuentre el gusto a lo que hace y con ello estaremos realizando nuestros
planes y proyectos en forma agradable para ir consiguiendo nuevas etapas para
sentirnos gratificados y agradecidos. Debemos recordar que provenimos de una
fuente de puro amor, entonces una vida simple significa incorporar ese amor
como uno de los pilares de nuestra existencia material.
Para
conservar ese amor y disponer de una vida saludable, lo mejor es pensar en las
personas que deben acompañarnos en esta etapa de la vida, y si hablamos de
prodigar amor, debemos pensar en la clase de personas con las que acostumbramos
pasar nuestro tiempo. Es importante disponer de la amistad de personas que
estén dispuestas a brindar ayuda a otras, porque al intercambiar opiniones, nos
volvemos más responsables con nosotros mismos.
Siempre
tendremos una razón para levantarnos cada día, a contemplar un ideal que nos
permita ser útiles otorgando servicios a otras gentes. Uno de los secretos de
la longevidad es integrarse a grupos sociales y elegir aficiones o actividades
que te lleven en forma natural a cubrir pautas de conducta más sana. Es una
manera gradual pero muy eficaz de operar cambios en nuestro comportamiento que
permita tener siempre beneficios de carácter social.
No
conozco aun a nadie que no quiera tener una vida llena de cariño y amor. Con el
fin de que esto suceda, el esfuerzo tiene que iniciarse dentro de nosotros
mismos. No debemos esperar a que otras personas tomen la iniciativa de
proporcionarnos el amor que necesitamos, nosotros debemos ser una imagen y una
fuente de afecto.
Abrir
tu corazón a la posibilidad de un amor y un afecto más grande, y al convertirte
tú mismo en una fuente de ambas cosas, estarás dando un paso importante en la
consecución del mismo amor y afecto que deseas. Descubrirás algo excepcional “Cuanto más amor y afecto des, más recibirás”
No hay comentarios:
Publicar un comentario