martes, 27 de noviembre de 2012

VIVE EL MOMENTO PRESENTE.

Vive el momento presente

Tuve la ocasión en días pasados de hacer un viaje de vacaciones con mi familia y ¡Qué bueno que no desaproveché esa oportunidad! Tal vez si se tratara de escoger entre realizar ese viaje o comprar un automóvil nuevo, no dudaría nuevamente en hacer maletas y salir de viaje nuevamente. Incluso el coche tendría muchos atractivos pero con el transcurso del tiempo todo se convertiría en rutina; en cambio, los gratos recuerdos de diversión que pasamos juntos, no tienen precio y sus recuerdos perduran para siempre en nuestras mentes.

 En gran parte, la medida de nuestra tranquilidad está determinada por cada momento de los muchos que pasamos juntos y pudimos disfrutar de la convivencia que en condiciones normales  difícilmente podemos coincidir, por las distintas actividades que cada uno de nosotros desempeñamos, es difícil hacerlo para vivir el momento presente, gozando pasajes felices que en gran medida, son los que nos proporcionaron la paz mental que gozamos plenamente.

Se me ocurrió pensar que este tipo de placeres, semejan a una droga que ingerimos en diversas fechas y que sirven para nutrirnos como una droga que al disfrutarla nos hace alargar nuestras vidas por varios años más, al cumplir un deseo que por fin se logra y cuya respuesta equivale a conseguir una felicidad que nos hace apreciar las cosas con más optimismo y nos permite alcanzar metas a cumplir, de proyectos acariciados por mucho tiempo.

En muchas ocasiones hemos tenido momentos desagradables que nos hace pasar buena parte de nuestra vida preocupados por un sinfín de cosas, todas juntas y a la vez. Por otro lado, posponemos nuestras prioridades manifiestas y algunas veces hasta nuestra felicidad, convenciéndonos de que “algún día” y a futuro tendremos una vida mejor, sin ponernos a pensar que ese “algún día” no sabemos ¡cuándo llegará!

Tal parece que todos queremos subirnos al tren de la felicidad. No podemos percibir que al disfrutar de momentos felices como son los viajes, nos convierte en gente más creativa y productiva, nos hace ganar más amigos, gozar de mejor salud, ser más alegres y participativos para formar grupos de convivencia que nos hace pasar mejores momentos y vivir mejor que aquellas personas gruñonas y quejicas de todo.

¿Hay un solo camino a la felicidad para todos? Y si no nos sentimos dichosos, ¿Significa que somos un fracaso? Para mucha gente que es muy escéptica, la búsqueda de la felicidad es la forma más cursi de vida, aun así, prefiero ser cursi y vivir muy a mi modo. Recuerdo que alguna vez leí una expresión de John Lennon, quien dijo “la vida es lo que sucede mientras estás ocupado en hacer otros planes"

De hecho nadie puede afirmar que el día de mañana permanecerá aquí, lo único de que podemos disponer se concentra en el momento presente, y tal vez el único tiempo sobre el que podemos tener algún control. En cambio el miedo representa una preocupación por acontecimientos que podrían ocurrir en el futuro, de los que no tenemos ni la menor idea de lo que pudiera ocurrir, ya que nos hace pensar solamente cosas inciertas y dudosas.

Por esta razón esta clase de viajes contienen muchos distractores que te permite olvidar los pendientes que traes en la mente y trata de involucrarte en los lugares que te resulten más agradables y que te llenen de felicidad, como puede ser el caso de una cena formal para celebrar algo importante como nos ocurrió a nosotros, o algún otro sitio donde te sientas feliz y relajado, para que luego cuando te incorpores a tus obligaciones y te encuentres tenso o afligido, procura recordar con todo detalle estas vivencias y recuérdalas con todo detalle para que sientas fortalecido tu espíritu y te reanimes.

Piensa en todas las cosas buenas que te ocurren a lo largo de tus días de diversión y festividad, como si fueras uniendo perlas de un collar para que cuando las recuerdes, aprecies mejor como se van sumando poco a poco. Este sencillo ejercicio que puedes ir anotando en una pequeña libreta, te permitirá fijarte hasta en los detalles positivos más pequeños, para que cuando los revises, los vuelvas a disfrutar y goces esa cercanía feliz con tus familiares, como yo lo hice y ahora los guardo como un gran tesoro a mi alcance en cualquier momento.

Si te agrada la idea, espero trates de hacer un viaje al extranjero o bien, en nuestro país que tiene lugares preciosos que te llenarán de gozo y guardes tus recuerdos de momentos que posiblemente no se vuelvan a repetir, sobre todo cuando te encuentres en lugares que tengas la excelente oportunidad de romper la rutina diaria y permitas que estos cambios te permitan pertenecer al club… ¡de gente feliz!

 

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