En estas mañanas
de otoño, entre salidas de sol y un poco de lluvia, se empiezan a ver en
nuestros jardines, algunas libélulas de diversos colores que agitan sus alas
sobre las plantas y rasgan el aire en mil direcciones, unas son rojas, finas y
delgadas como agujas en un pajar.
Las cuatro alas de
esa especie, que parecen de frágil celofán muestran complejas nervaduras, son
flexib
les y diseñadas para producir una variedad de efectos aerodinámicos. Para
producir un despegue rápido, y agitan sus alas en forma alternada.
Poseen además una
vista prodigiosa, cada uno de sus ojos compuestos, consta hasta de 30.000 ojos
simples que les dotan de un campo visual de casi 360*. En poco más de un
segundo, una libélula posada en la hierba puede detectar un mosquito a un metro
de distancia y lo atrapa.
Como muchos
insectos no son inocuos se considera en forma de jeringa de hasta 12
centímetros de envergadura y ojos fulgentes. Pero hoy sabemos que no es
peligroso. La punta de su abdomen no es un aguijón. En el macho es una especie
de gancho y en la hembra el órgano con que pone huevecillos.
Los ojos de la
libélula son brumosos y profundos, como la bola de cristal de un adivino y
después coloridos destellos. Unas manchas negras que parecen pupilas, simulan
verme fijamente, como preguntando quien soy y que lugar ocupo en la historia
del planeta.
Ver esos ojos es
como remontarse al principio del tiempo, cuando las libélulas ya estaban aquí,
antes que algunas de las montañas más antiguas, y que no aparecían los
pterodáctilos, cuando algunas de sus habilidades para el vuelo ya habían
evolucionado. Los fósiles muestran en sus días de esplendor, las libélulas tenían
la envergadura de un cuervo.
Quizá esa
habilidad para devorar mosquitos sea una de las razones por las que ha empezado
a mejorar su reputación; las pupas de mosquitos se cuentan entre los alimentos
favoritos de las larvas de libélula. Supongo que fueron testigos del
surgimiento y extinción de los dinosaurios, de la llegada de esos otros seres
voladores, las aves, y de la evolución apenas reciente de la especie humana.
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