miércoles, 22 de julio de 2020

ATENDER EMOCIONES DEL SUEÑO.


Para atender la situación actual por la que estamos viviendo en cuanto a la contingencia, es importante cuidar el sueño y el ejercicio. Se debe tener presente que debemos cuidar más nuestra salud mental.

Esta situación nos va a poner a todos vulnerables y hay que aceptarlo y, a partir de ahí, entenderlo y hacer diferentes cosas que tenemos encomendadas. Es necesario establecer nuevas rutinas y darle al cuerpo un orden: si sabemos que nos va a dar ansiedad, debemos levantarnos temprano desayunar bien y evitar noticias que alimenten nuestra ansiedad.

Cuando no duermes en la forma acostumbrada te vuelves una persona sensible que de cosas que antes no había conflictos, ahora te ves reaccionando diferente. Es importante disponer de una buena higiene de sueño, si no dormimos lo suficiente o nos despertamos de manera intermitente durante la noche.

Nuestros niveles de ansiedad se incrementan y es necesario desvelarse por ver tele y adaptar patrones de sueño a la luz del día y no dormir con ningún dispositivo electrónico dentro de la habitación. La práctica de ejercicio nos genera ciertos químicos que nos hace sentir bien, por ello es necesario seguir una rutina diaria de 30 a 40 minutos.

Lo primero que hay que entender es una respuesta diaria del cuerpo. Nos permite reaccionar a tiempo ante una situación que consideramos amenazante. Cada pensamiento genera una emoción y cada emoción viene con una respuesta fisiológica.

Muchos de nosotros tenemos pensamientos que nos generan ansiedad: sobre el posible aumento en la inseguridad en las calles, ideas catastróficas sobre nuestra salud, el empleo, el futuro. Pensamientos que en la mayoría de los casos si los contrastamos con la realidad, son poco factibles. 

El confinamiento y estas preocupaciones colocan a muchas personas en un estado de ansiedad alto, y ello impacta negativamente también en otro aspecto esencial de la vida: la sexualidad, lo cual puede ser el detonante de un conflicto que ocurre en la pareja. Hay que recordar que esto pasará, la vida sexual se reduce en la mayor parte de los casos. La mayoría de nosotros en el encierro, va a tener menos deseo sexual, es natural. Cuando esto acabe, volverá el deseo a la normalidad.


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