Acabo
de leer un libro “De qué hablo cuando
hablo de Escribir” del escritor de origen japonés Haruki Murakami, quien no
teniendo especial interés en ser escritor y un buen día escribió su primer
novela a la que tituló “Escucha la
canción del viento” con la que ganó un premio para autores noveles y sin
saber muy bien como se convirtió en escritor profesional.
Lo característico de este escritor es que de
los 20 a los 30 años, en esas fechas se casó, abrió un bar donde se escuchaba
música de la mañana a la noche, porque en aquellas fechas de su vida estaba
enganchado al jazz abriendo un bar en la salida sur de la estación Kokubunji.
Enl964 consiguió dinero prestado de
mucha gente y abrió un negocio por cuenta propia.
Durante
esos años se dedicó mucho a la lectura ya que es la forma de disponer de
inquietudes y ser original en su obra. A la edad de 30 años, empezó a dedicarse
con mayor interés a escribir novelas. Consideró que la creación existe en
primer lugar con un estilo peculiar. Esos elementos se reflejan en el talento,
se funden y terminan por tomar una forma física e individualizada.
En
ese sentido la creación se refiere a romper con un punto de vista existente, a
volar por un territorio imaginario, a crear de nuevo y tantas veces como sea
necesario un mundo perfecto, a vigilar con una mirada interior y siempre con un
sentido crítico.
En
opinión del autor, considera que para expresarse con originalidad debe “tener un estilo propio” “ser capaz de
superar ese estilo peculiar” y “con
el paso del tiempo, la originalidad debe convertirse en estándar, en norma”.
Expresa que no pretender un cumplimiento estricto de todos y cada uno de esos
requisitos. No obstante en su opinión debe cumplirse de algún modo esos
requisitos aunque sea en distinto grado.
Empezó
leer en inglés todo lo que caía en sus manos a pesar de que no se le daba leer
novelas. Leía despacio entendiera o no el significado, pero gracias a la
práctica fue capaz de leer de corrido. De modo que se acostumbró a leer en
inglés de corrido y todo gracias a la curiosidad. Sus padres le decían
“Esfuérzate mientras estás en la escuela, si no te arrepentirás toda la vida”
Después
vinieron sus novelas: “El fin del mundo y
un despiadado país de las maravillas” “Crónica del pájaro que da cuerda al
mundo”, “Kafka en la orilla” “Histosrias extrañas de Tokio” “After Dark” “La caza del carnero salvaje” y tantas obras
más que ha distribuido en Estados Unidos de Norte América donde se habló mucho
de dos millones de copias vendidas.
Ha
dedicado 33 años a ser escritor con
mucha aceptación en muchos países y la mayor alegría que le aportó publicar en
el extranjero, fue que en general críticos y lectores consideraron su obra
original, distinta, peculiar, a lo que sus lectores decían en Japón por su
estilo propio que era uno de los elogios que le pueden dedicar a alguien.
Sus
obras se han traducido en más de 50 idiomas. Es un logro considerable en el
sentido de que su obra se valora en coordenadas culturales muy diversas. Considera
que afianzó su posición como escritor en Japón, después salió al extranjero y
considera maravilloso colocar banderas sobre un mapa en lugares donde aún no ha
estado. Le da igual la edad que tenga y le da igual el lugar donde se
encuentre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario