Y HABLANDO DE FELICIDAD.

Casa de Ensueño.

Por un momento puedes suponer que tienes una casa de ensueño, proyectas el anhelado viaje a un lugar exótico con un auto nuevo. Es cierto que todas estas cosas elevan tu estado de ánimo, pero para disfrutar de efectos  duraderos, los últimos hallazgos nos señalan un camino diferente. Puedes ganarte el premio mayor de la Lotería y eso aumenta temporalmente tu felicidad.

Como estos signos son intangibles y difíciles de medir, sus porcentajes son indicadores aproximados, más que reglas invariables y cambian según la noción de felicidad de cada persona. Si restamos el cociente de felicidad a las circunstancias de la vida, resulta que nuestras diferencias individuales corresponden a nuestra esfera de influencia personal. Cambiar nuestras actividades intencionales, llegan a proporcionar un aumento potencial de la felicidad.

La investigación apunta a cuatro esferas claves que influyen en nuestros cambios intencionales y pueden brindarnos una mayor felicidad: a) la familia, b) la comunidad, c) el trabajo y d) vida espiritual.

La Familia: El sentido común nos dice que recibir amor en la infancia, anuncia felicidad en la edad adulta, que los hombres son más felices en sus años de madurez si están cerca de sus hijos y que uno de los factores predictivos de felicidad en la vejez es tener un matrimonio sólido. Dar y aceptar amor tiene que ser una calle de dos vías. La persona necesita establecer conexiones significativas con otras personas para sentir verdadera alegría y establecer conexiones positivas que permitan establecer: esperanza, fe, amor, admiración y gratitud. Estos factores no se pueden experimentar si no tienes vínculos.

La Comunidad: La comunidad que construyes a tu alrededor, sobre todo tus amigos, puede ayudar a aumentar tu felicidad. Sobre todo establecer bases firmes para obtener verdadera alegría de la amistad, confiar en otros y ser confiable. Las personas más felices disponen de vínculos entrañables con los que siempre pueden confiar. Las personas más felices tienden a pensar en otras, no solo en sí mismas. Uno no puede escoger a los parientes; en cambio a los amigos se les selecciona para formar una comunidad de apoyo de personas con ideas afines.

El Trabajo: Trabajar proporciona sentido y propósito a la vida y está completamente vinculado con la felicidad. Ser despedido de un empleo, causa una grave merma de la felicidad, de lo que muchas personas no se recuperan completamente varios años después, una vez que han encontrado otro trabajo.

 Vida Espiritual: En estas fechas parece que los valores morales como la espiritualidad y la religión han perdido terreno porque la gente está más interesada en el dinero, aunque está probado que puede creer más en sus creencias espirituales para sentirse una persona más feliz. Se considera que quien maneja una vida espiritual está más comprometido con sus creencias y la fe puede aplicase a situaciones mundanas. La esperanza, la confianza, el perdón y el asombro, son atributos que conducen a la felicidad y al bienestar.

Todos estos atributos están considerados como parte integrante en la felicidad de cada persona, por lo que todos ellos están considerados para mejorar la conducta humana que en conjunto contribuye mucho para lograr la felicidad.