LA RECOMPENSA DE CUIDAR A LOS ABUELOS.

Cuidar a los Ancianos.

Es importante considerar que en los tiempos actuales los conocimientos de la medicina moderna ha desarrollado un papel importante que permite la esperanza de vida de la gente en las diversas poblaciones de nuestro país y esa es la razón de conocer mayor número de personas envejecidas. Según información del Consejo Nacional de Población se estima que la población de adultos mayores de 60 años es de 14 millones, ya que este número está aumentando de manera sostenida.

Anteriormente cuando los adultos mayores requerían ayuda, recurrían a los hijos para irse a vivir con ellos. Hoy en día las cosas han cambiado un  poco y es la razón por la que las familias buscan soluciones un poco más flexibles y en alguna forma prestan ayuda para mejorar a los ancianos a buen vivir.

Quizá sea un impulso biológico lo que motiva a la gente de devolver algo a cambio de lo mucho que hemos recibido en la vida; la misma empatía que nos llevó a cuidar de nuestros hijos, nos motiva ahora para cuidar de los adultos mayores.

Un creciente número de investigaciones que han sido realizadas por expertos, nos muestra el papel de cuidadores, que ha surgido recientemente. Cuando mostramos interés por ayudar a la gente mayor, tenemos emociones más positivas como: compasión, satisfacciones y felicidad, derivada se ser capaces de ayudar a otros.

Compartir el tiempo con otras personas que lo necesitan, ayuda a reducir los efectos físicos del estrés. Los que han dedicado su tiempo a esta actividad, pueden vivir más años también. Las personas que han ayudado a familiares durante el proceso de una enfermedad, mencionan que esta actividad les hizo apreciar más la vida y ser más optimistas, además de reforzar sus lazos con otras personas.

Alguna persona encuestada, confesó: “Cada vez que hago sonreir a mi paciente, siento como si mi corazón creciera un poco” Estas personas disponen de una manera provechosa de afrontar el estrés. Pueden elegir entre preocuparse por el riesgo de prevenir que el anciano, sufra una caída o un infarto, o concentrarse en los momentos gratos, cualquier cosa que haga y le sirva de distracción es grata y le ayudará a sentirse mejor.

Afortunadamente hay mucha gente que le agrada visitar enfermos, o bien acudir a residencias de ancianos para saludar a los residentes, llevándoles un pequeño regalo y sobre todo darle su tiempo que son momentos que no tienen precio pero son espacios brillantes que dedican a los adultos mayores y ocurren casos que entablan amistades por  tiempo mayor. Tiempo para beneficio de ambos porque los dos se engrandecen