miércoles, 29 de junio de 2016

SIEMPRE DE MAL HUMOR - CAMBIA DE ÁNIMO.

¿PREOCUPADA?
Con esta moda del “Hoy no Circula”, he tenido oportunidad de viajar varias veces en el Metro de la Ciudad y me ha llamado mucho la atención que algunas gentes van dormidas; o bien, con caras muy adustas y con un semblante serio que más bien parecen muy preocupados y con muchos problemas.

Me sorprende constantemente hasta qué punto los pequeños detalles que ocurren a diario pueden producir trastornos en las personas y tanta lucha para resolver sus problemas. He tenido oportunidad de estar en algún restaurant con un grupo de amigos, y no falta alguno de ellos que se molesta con el mesero que no actuaba con suficiente corrección y con este incidente insignificante se puso de mal humor y con ello le arrebató la tranquilidad y en algún momento se mostró inquieto con nosotros.

En algún momento me di cuenta que le molestaban unos niños bulliciosos que invadían el comedor y todo le parecía mal. Como se encontraba junto a mí, discretamente le comenté “Y si todo estuviera bien, ¿qué? Me respondió –Cómo crees que bien. ¡Esto es muy molesto! Nuevamente le dije: ¿Y si no existiera nada a tu alrededor que te hiciera sentir mal? Decidió que no tenía razón en lo que le había molestado. Cambió su humor por una actitud diferente.

Una gran parte de ocasiones la gente está de mal humor sin saber precisamente a qué se debe, porque gran parte de su lucha con la vida se lo debe a detalles menos importantes de ésta. Es posible que motivos tenga muchos: del volumen muy fuerte del radio del vecino, el exceso de gente en la calle, un embotellamiento de autos, algún pequeño disgusto en casa o callejero y tantas otras cosas que le echan a perder el día sin precisar el motivo que llevaría el mundo como una prenda holgada, en lugar de pelear por convertirlo en algo más agradable.

Yo mismo he tenido momentos difíciles sobre asuntos no muy gratos, afortunadamente he aplicado dosis de triunfo en lugar de una tragedia para no entorpecer mi ánimo. En ese tipo de ocasiones, retrocedo un poco en mis pensamientos y formulo la profunda expresión: “Y si todo funcionara bien, ¿Qué?

Cada vez que eso sucede me planteo esa pregunta con una respiración profunda y procuro relajarme. Experimento una sensación momentánea de paz. Repito la operación una y otra vez hasta asociar la pregunta con  el efecto de relajación, hasta convencerme que las cosas están funcionando bien, me tranquilizo y logro cambiar mi manera de pensar a positivo, de otra forma permanecería más tiempo con alguna actitud negativa.

Valdría la pena que pensaras un poco si en algún momento te encuentras de mal humor por algún incidente que no vale la pena y te está despojando tu tranquilidad, en ese momento podrías cambiar tu polaridad de negativo a positivo, intentando seguir mi propuesta. Para hacerlo debes disponer de un momento de tranquilidad y relajarte, es posible que en cinco minutos recuperes tu buen ánimo.




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