martes, 27 de enero de 2015

LA TRANQUILIDAD DE UN DEBER CUMPLIDO.

En días pasados leyendo un libro “El Profeta” sobre paz interior, consideré varios puntos de vista sobre el tema desprenderse de las ataduras que tenemos cuando se trata de soltar y dejar libres a otras personas por mucho amor que les tengamos y confirmé varias decisiones que tomé hace varios años, comprendiendo las palabras de Khalil Gibran:

Sus hijos no son sus hijos.
Son los hijos del deseo formulado por la vida para sí misma.
Llegan a través de ustedes pero no vienen de ustedes.
Y aunque están con ustedes no les pertenecen.”

 Este fue un mensaje que confirmé después de varios años, ya que encierra una gran verdad de la independencia hacia otras personas que han vivido con nosotros por muchos años. No hay nada que nos aleje más de ellos sino el hecho de pensar que los poseemos. Tuve la oportunidad de enseñar a mis hijos a ser responsables de sus propios actos, pero al mismo tiempo dejarles vivir su vida fue muy difícil de conseguir.

El amor que tengo hacia ellos ha sido siempre la razón de mi lucha y traté de inculcarles siempre buenos ejemplos de vida, ayudándoles  a obtener conocimientos suficientes para ser hombres de bien, enseñándoles a ser responsables a través de mis actos y mis palabras y a valorarse a sí mismos tanto como pude, pero no estaré ligado emocional o espiritualmente a las decisiones que tomen en el futuro, porque deben vivir sus vidas y para eso son demasiado inteligentes y yo no puedo intervenir en sus decisiones.

Desde luego que esta independencia no quiere decir que no me preocupen, de hecho me preocupan tanto que por eso deseo que labren su destino, aconsejándoles cuando me lo solicitan, y les ayudo a conseguir con responsabilidad y amor sus objetivos, no olvidando que no les poseo, ya que ellos se poseen a sí mismos.

Considero que la independencia es un factor importante en la eliminación del sufrimiento y eso me ha ayudado mucho a conseguir la paz interior y tener la tranquilidad del deber cumplido. Para mí, tener cosas en la vida ha sido maravilloso, pero necesitarlas es una atadura y es de lo que creo haberme desprendido desde hace mucho.

Esta es una conducta que he manejado así desde hace muchos años y eso me ha dado buen resultado porque ellos son tan independientes como yo lo fui a edad temprana lo que me permitió conseguir muchos proyectos formados en mi vida estudiantil, habiendo tenido la oportunidad de realizarlos a lo largo de mi vida con resultados satisfactorios que he podido gozar sobre todo con mi esposa y mis dos hijos, con mis parientes cercanos y con mis diversos amigos que he tenido la fortuna de conservar desde hace más de sesenta años. Todo ello me ha dado la oportunidad de disponer de… “La tranquilidad del deber cumplido y por consiguiente la alimentación de la paz interior.



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