miércoles, 14 de enero de 2015

LA AUTENTICA FELICIDAD.

Cuando no sabemos la forma de encontrar nuestros recursos internos, llegamos al falso resultado de que la felicidad y la realización personal proceden únicamente de los acontecimientos externos, porque en ellos nos respaldamos para conllevar propiedades en bienes inmuebles, dinero con varios ceros en cuentas bancarias, joyas y demás expresiones de valor que vuelven a las personas irascibles y envidiosas que se comparan constantemente con los demás solo para sentirse agraviadas por lo que parece hacerles falta en su vida.

Lo cierto es que para alcanzar la verdadera felicidad, se requiere de un auténtico despertar para disponer de nuestros recursos internos que producen un auténtico despertar que resuena en el seno de tu propia alma, donde ya dispones todo lo necesario para lograr la legítima felicidad. Solamente falta que te propongas lograr la forma de tomar conciencia de subir a bordo para iniciar un viaje interior que entraña una transformación emocional, psicológica y espiritual.

Puedes producir un profundo cambio en tu vida real que te sintonizará con la energía creadora del Universo. Un cambio así es posible solamente cuando invocas al Espíritu para que abra los ojos de tu conciencia a la plenitud que ya te pertenece. Para ello, existen seis principios que te pueden guiar a tu viaje interior y que puedes lograr como un propósito a lo largo del presente año.

Estos principios en forma enunciativa conforman el tapiz de la dicha que te envuelve de paz interior, felicidad, bienestar y seguridad y pueden ser: En primer lugar se puede citar la gratitud, cuando elaboramos un inventario mental de todo lo hemos llegado a poseer y podemos cerciorarnos de que en realidad somos muy ricos.
Después se da paso a la simplicidad se considera como el deseo de hacer limpieza identificando los elementos necesarios para manejar una vida verdaderamente placentera.
El orden tanto en forma externa como interna.
El sentido de orden en nuestra vida nos aporta armonía que nos dota de paz interior.
En seguida nos rodea la belleza que encontramos en nuestro entorno y nos brinda la pauta para apreciar la alegría.
Todos estos bellos tapices que se bordan entre sí, es muy difícil precisar dónde termina uno y empieza el siguiente y todo ello invoca el Espíritu para que abra los ojos de tu propia conciencia que nos da la oportunidad de gozar de una sencilla plenitud.

Estos principios nos dan la pauta de que poseemos todo lo que necesitamos para ser felices pero que muchas veces no somos conscientes de ello y es la razón de que no apreciamos todo de lo que disponemos.

Lo importante es saberlo ahora: ¿Eres feliz en este preciso momento? ¿Acaso lo sabes? Es necesario identificar todos aquellos pequeños momentos, cuando se trata de identificar esas pequeñas cosas que te hacen sonreír y satisfacen tu corazón, pocas veces lo registras como momentos felices y así sueles quedarte corto cuando no percibes que la felicidad está formada de pequeños detalles.

Lo que está ausente en muchos de nuestros días es la verdadera sensación de que estamos disfrutando de la vida que llevamos. Es difícil darnos cuenta de los momentos felices que nos invaden, si no somos conscientes de lo que amamos de verdad. Esos pequeños momentos son los que debes aprender a saborearlos porque son momentos auténticos que te aportan dicha. Placeres sencillos que están ahí para que los disfrutes y que con frecuencia los pasas por alto cuando te invade la rutina de la costumbre.


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