jueves, 18 de julio de 2013

VERDADERAMENTE TIENES NECESIDADES.


Te dejas llevar mucho por los anuncios publicitarios y por spots de la televisión, lees muchas revistas y te informas mucho de los aparatos electrónicos que salen al mercado y están de moda. Te hago estos comentarios, porque te voy a preguntar lo siguiente: ¿Tienes todo lo que necesitas en este preciso momento? ¿Y alguna vez has pensado en tus carencias? Yo soy de los que creo que pocos de nosotros somos las personas que tenemos todo lo que queremos y en ocasiones tenemos la sensación de que nuestras carencias acaparan nuestras preocupaciones.

Nuestra sensatez se ve ofendida ante el bombardeo de anuncio de diversos artículos en los medios de comunicación que llegan a santificar a las personas que son agraciadas por los objetos de marca y demasiado costosos que usan sobre todo los políticos y las personas que en sus inicios disponían de carencias hasta de cosas básicas. Es fácil dejar de tener una noción clara de lo que necesitas para llevar una vida verdaderamente agradable y tranquila. Acá surge la necesidad de hacer la reflexión siguiente: ¿Podemos suponer que la respuesta la podemos encontrar en esos anuncios con los que nos bombardean publicitariamente? ¿O la respuesta la encontraremos en una revista de modas o en las películas que con frecuencia promueven?

Considero que si tu deseo es tener una vida feliz, creativa y realizada, es importante hacer una reflexión para precisar  con una distinción entre lo que son tus carencias, y tus necesidades. Porque de otra manera lo que está pasando que puede originarse en una confusión en términos y por esa razón tu estado de ánimo no es muy agradable. Sobre todo debes tomar en cuenta que en la vida no se pueden poseer todas las cosas al mismo tiempo.

Aquí puede citarse el caso de los  bebés, que cuando están cubiertas sus necesidades, está tranquilo y lo expresa cuando está contento o dormido. Es el caso cuando están cubiertas tus necesidades y tú te sientes tranquilo y satisfecho de poseer lo que necesitas en un momento determinado. Llegado este caso, puedes preguntarte ¿Qué es lo que me hace falta para tener una vida satisfactoria?, claro que acá está la clave del asunto, ya que cada persona puede dar un respuesta diferente, por ser de carácter personal, donde intervienen muchos factores que cada uno valora como muy importantes y que encuentra de acuerdo a sus prioridades. Debes confiar en la fiel sabiduría de tu corazón. Solo después de tomar conciencia de lo que consideres como “tus necesidades interiores” puedes ser capaz de permitir que se manifieste en tu vida, aunque muchas veces es inevitable cuando sientes que tienes una gran necesidad de algo.

La abundancia no es algo que se adquiere, es aquello que puedes comprender. Este pensamiento es necesario para que puedas lograr el principio de la abundancia y que encuentre una aplicación en tu vida. Tú eres el único que emite esos pensamientos y la forma en que puedas entender tu entorno, a través de unos ojos que solo vean escasez y eso es lo que habrá; o en cambio, abundancia sin límites y eso tendrás.

Todo aquello que deseas poseer para ser feliz, servirá para que puedas comprender que eres controlado desde el exterior por aquellas cosas que te llaman la atención y que deseas tener derecho de posesión. Esta postura es la que te lleva a creer que estás incompleto y que esa situación se puede solucionar mediante las cosas que deseas. Y así te creas un ambiente del que consideras que no puedes escapar en tanto pienses solamente que las posesiones pueden llenar ese vacío que tienes presente.

¿Cómo puedes llegar a poseer algo? Una forma de hacerlo es pensar por un momento que las necesidades de cosas, puedes disponerlas al soñar en ellas mientras duermes, y así lo deseas: coches nuevos, una casa grande y cómoda, dinero suficiente, viajes largos de vacaciones o cualquier otro satisfactor. Al momento de despertar te podrás dar cuenta que esas posesiones son producto de ilusionismo, y pudieron ser posibles durante el tiempo que transcurre tu sueño. Ahora trata de imaginar esas cosas bajo la perspectiva del sueño, pero a una edad de ochenta o noventa años, cuando seas capaz de que al despertar puedas revisar con cuidado todas esas posesiones que soñaste un día y en ese momento son posesiones de tu propiedad y ante la triste realidad comprendes que ya no te sirven.

Así como ocurren las cosas en el mundo que nada es completo y por lo consiguiente nosotros también somos incompletos, todo se transforma, incluyendo los títulos de nuestras propiedades, dinero cosas y hasta la familia, todo va dando vueltas, quedando una temporada en nuestras manos para disfrutarlas y después de un tiempo, vuelven a circular, pasando a otras manos. Todo es una ilusión aunque temporalmente las poseemos y después las dejamos ir, irónicamente con la misma idea de poseer lo que deseamos, sin necesidad de llegar a depender de ellas.

O sea que verdaderamente ... ¿Tienes necesidades?

 

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