En
general todos esos síntomas se mantienen por un tiempo limitado, mientras
subsiste esa situación específica, puede ser el caso de que te angustie viajar
en avión, pero lo haces y el malestar se desvanece cuando las ruedas de la nave
tocan el suelo.
Otras
veces la ansiedad termina por desencadenar padecimientos crónicos cuando los
trastornos de ansiedad generalizada, de pánico y obsesivo- compulsivos, la
ansiedad social, el estrés postraumático o las fobias. En ocasiones no es fácil
distinguir entre la ansiedad circunstancial o temporal y los casos más graves.
Ese
podría ser el caso de quien teniendo que volar por motivos de trabajo, siente
tal ansiedad que no logra ni llegar al aeropuerto, lo cual en última
instancia pone en riesgo su sustento. Las personas invierten mucho tiempo y
esfuerzo en tratar de controlar la ansiedad.
Mediante
este punto de vista, la gente aprende a ver las emociones desagradables como
simples sentimientos y a aceptar que las dificultades forman parte de la vida.
Los especialistas en el tema, recomiendan, iniciar un diálogo con los
pensamientos angustiosos y examinar las causas de esas sensaciones.
Aunque
este tipo de pesares no deben reprimirse por completo, los afectados pueden
entrenarse para no permitir que la ansiedad los aleje de lo que quieren ser y
hacer en su vida. Despierta tu curiosidad (si es el caso), junto con la
aceptación plena resulta útil de cara a la ansiedad si estás inmerso en un
ciclo de pensamientos angustiosos que te impidan pensar con claridad.
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