BANDA SINFÓNICA DE LA CIUDAD DE MÉXICO.

Recuerdo que durante los años setenta del siglo pasado, (aunque suene raro) acostumbrábamos a pasear mi esposa y yo junto con nuestros dos hijos por la famosa zona rosa en nuestra ciudad de México y pasábamos gran parte de medio día si salíamos a comer o tarde noche si salíamos a cenar, lo importante era estar unidos y comunicarnos entre sí.

El lugar conocido como la Zona Rosa era un espacio que a lo largo de los años se ha ido convirtiendo en una zona comercial donde abundaban restaurantes, cafeterías, hoteles y tiendas para turistas que solían visitar el lugar y resultaba ser un lugar bonito y agradable para reunir grupos de amigos y familiares para vivir ratos amables.

La Zona Rosa, es actualmente un corredor comercial ubicado en la Colonia Juárez de las calles de Niza y Hamburgo en una lateral del Paseo de la Reforma y es un lugar muy visitado por turistas nacionales y extranjeros que les gusta visitar nuestra Ciudad.

Durante el medio día del día 29 del pasado mes de septiembre fue cerrado este lugar para realizar un concierto con la Banda Sinfónica de la Ciudad de México, evento organizado por la Secretaría de Cultura capitalina, en la esquina de Avenida Paseo de la Reforma.

El concierto explicó el representante del lugar, fue con el propósito de promover la cultura en este espacio, donde ha decaído el comercio a causa de las obras que realizaron las autoridades en diferentes calles para mejorar el pavimento y los servicios públicos de ese lugar.

Los asistentes tuvieron la oportunidad de escuchar entre otras melodías, “Huapango de Moncayo, Danzón número 2 y hasta un tema de Juan Gabriel” a pesar de que representa un reto para los integrantes de la orquesta tocar instrumentos como los clarinetes, por la temperatura y las ráfagas de viento a las que están expuestos en la calle, la Banda Sinfónica fue muy aplaudida por los asistentes quienes pidieron prolongar el concierto.

Es una muy buena propuesta que se acerque la cultura a las personas, porque existen lugares como el Palacio Nacional de las Bellas Artes, pero la gente debe acudir a las instalaciones y adquirir un boleto a la hora fijada; y en cambio en estos lugares se dispone de evento en la calle.