Para
mayor fortuna nuestra estamos muy cerca de que se cierre el ciclo de la postulación y con ello se acabará por fin y gracias al cielo, el tormento diario
de anuncios a cada momento en radio, en televisión, los frecuentes anuncios de ofrecimientos,
premios y regalos que tanto esperan con ansia, aquellos que desean recibir
prebendas al mejor postor, de quienes ponen precio “a la compra de votos” como
dice comúnmente la conseja popular.
Además
de lo anterior ahora se ha la moda en esta Ciudad, que al llegar a la esquina
con el auto, el autobús, o cualquier unidad móvil, tenga la buena fortuna de
que el semáforo se ponga en rojo y se deba detener a esperar la luz verde.
Mientras tanto se le posesiona al frente un par de muchachos que portan un
estandarte en el frente y en la espalda, con la efigie de un candidato a un puesto
popular propuesto por cualquier partido político. Afortunadamente se enciende
la luz verde y podemos proseguir el camino.
También
se acostumbra eliminar la tranquilidad del hogar con la llamada telefónica de
cualquier partido político para proponer la candidatura del mejor candidato que
tienen, indicando sus cualidades que pueden ser pocas para que además de
interrumpir nuestra tranquilidad en casa, propongan las cualidades de su mejor
candidato.
Con todos estos antecedentes en marcha, llega
hoy a su fin el tercer debate en una contienda mucho más abierta de la que
parecía se hubiera proyectado al principio del proceso. Los temas de esta noche
tal vez sean los más importantes de toda la campaña, por abordar ahora los
temas como son: el político, el social y
la reforma educativa, que pueden ser los problemas más importantes de cualquier
gobierno.
Sobre
todo los problemas que se pueden establecer para combatir la pobreza en México,
lo cierto es que poca gente en nuestro país se interesa realmente con este tipo
de asuntos, a pesar de ser muy importantes dentro de la economía que nos rige.
Según se comenta por especialistas en esta materia que la mayor parte de
público no se interesa a pesar de que son problemas de mucho fondo.
Nunca
me había interesado tanto un proceso electoral y desde que voté por primera
vez, lo hice con singular alegría. Además de aquellas fechas en que hasta los “cerros
participaban en la votación”, siempre estuve seguro de mi voto. En esas fechas
no había redes sociales, ni asesinatos, ni memes ni candidatos independientes.
Los
candidatos no se maltrataban tanto, había respeto entre ellos. Que sea lo mejor
para México y el que gane tenga la mejor cordura e inteligencia para gobernar
este país que ya necesita un líder como Porfirio Díaz adaptado a los tiempos
actuales.
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