lunes, 30 de abril de 2018

ELECCIONES Y SUGERENCIAS..



Estamos en tiempo de elecciones y después de tanto bombardeo de anuncios, política, candidatos, ofrecimientos, peticiones y tantas otras cosas que distraen nuestra atención, considero que hemos llegado al hartazgo y al decir “hemos” se debe a que la cantidad de avisos de candidatos que hemos recibido este año, nos han saturado como si con eso se consiguiera el total de votantes en las casillas.

Debemos considerar que todos los oyentes al escuchar las promesas de los candidatos lo que “nos ofrecen”, es muy diferente a lo que “vamos a recibir”. No podemos madurar la idea de que cada época de votaciones ocurre lo mismo. Con la idea de que al llegar al  poder “el bueno”, todo va a cambiar, sin haber podido darnos cuenta que las cosas seguirán  igual.

Hemos vivido la experiencia de que una cosa es “ofrecer” y otra diferente es “recibir” y finalmente las cosas siguen igual y en ocasiones se complican aun mas como ha sucedido actualmente. A un principio teníamos la idea de que en todo se tenían proyectos para mejorar la situación y los hechos han demostrado que todo se ha complicado según la información oficial y gráficas que demuestran todo lo contrario.

Las promesas han crecido y han llegado al máximo y tenemos una idea generalizada que al exigir soluciones, nosotros que formamos parte de los gobernados, “somos muy buenos” y exigimos que los que lleguen al poder, tienen la obligación de resolvernos “nuestros problemas”

Este razonamiento inicial ha dado fuerza a que vamos a escoger al gobernante ideal que al llegar al poder se convertirá en el hombre milagro que solucionará todo lo que hasta la fecha no se ha podido conseguir, para que las cosas cambien a favor de las mayorías.

Tenemos que darnos cuenta que el nuevo gobierno es una representatividad de la sociedad y el mejor gobernante llegará cuando nosotros los gobernados tengamos una sociedad de mejor formación y calidad y no al revés. De un pueblo mejor organizado surgirá un líder que con la respuesta del pueblo, mejore el rumbo que estamos tratando de conseguir.

Pero para conseguir esa posibilidad debe ocurrir un caso insólito, como es el hecho de que el cambio lo empecemos a operar nosotros mismos para que no sea el gobierno el que tome todas las soluciones que pretendemos, en algo podemos ayudar.

¿Cuál sería la aportación que podemos hacer? Pueden ser cosas sencillas y empezar con nuestra conducta, prometiendo antes que nada respetar la ley en sus diferentes reglamentaciones: obedecer los límites de velocidad establecidos por la autoridad, evitar sobornos, no estacionarse en lugares prohibidos, ceder el paso cuando por cortesía nos corresponde esperar, obedecer el cambio de luces del semáforo, respetar las filas de espera, ceder el paso a una persona mayor, proporcionar el asiento a un anciano, ayudar a otra persona en momento de apuro, evitar “diablitos” en las tomas de luz, pagar impuestos oportunamente, no tirar basura en las calles, otorgar servicios gratuitos a Fundaciones y Organizaciones de ayuda y sobre todo que ofrezcamos hacer algo útil por nuestro país cada día.

La vía del ejemplo es buena conductora y tal vez con nuestra actuación, logremos mejorar con nuestra participación, una gran parte de la contribución pública para el mejoramiento de México.



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