Con
frecuencia hemos escuchado buenas intenciones para mejorar nuestro país a base
de mensajes de los candidatos presidenciales que nos indican que México
necesita un cambio, derivado de los problemas que ya existen por diferentes
causas. No hemos escuchado de ninguno de ellos sobre la fórmula propuesta para
conseguirlo. Hasta la fecha, escucho críticas y buenas intenciones, pero
ninguna solución posible.
Es
posible que en un par de años las cosas continúen igual o empeoren si nosotros
no participamos en una forma positiva para conseguirlo. Veamos un ejemplo: En
mi calidad de Consultor de Empresas, un amigo que funge como Presidente del
Consejo de una compañía me comentó que su empresa se encontraba mal
financieramente, estaban perdiendo dinero y me propuso en mi calidad de
Consultor si podía participar en ella. Esa fue su encomienda y con gusto acepté
hacerlo.
Pude
darme cuenta la falta de control que provocaba un desorden en su movimiento de
operaciones, por lo que fue necesario establecer nuevos instructivos en algunos
casos y establecer candados en otros, así como ampliar revisiones en ingresos y
egresos. Este nuevo orden financiero establecido en la empresa, dio la
oportunidad de informar al Presidente de la Empresa que con la reorganización aplicada,
se había logrado eliminar las pérdidas que se venían registrando anteriormente.
Fue necesario cambiar al Director anterior por nuevo personal.
Este
caso determina que: 1° fue necesario la intervención del Presidente de la
Compañía como detonador de gran impacto, 2° aplicar un cambio de mentalidad
para conseguir nuevos modelos a seguir que nos demuestren mejora en la
reorganización y 3° inducción a todo el personal para fijar nuevos objetivos de
una forma correcta en la reorganización de las operación.
Yo
considero que estos principios de orden, pueden aplicarse en lo individual y en
el comportamiento general. La situación de nuestro país es similar, que en caso
extremo se puede calificar como una “quiebra. En México existe actualmente un
malestar político que amerita un cambio social, para conseguir líderes que
inspiren no solo en grandes propuestas sino en las acciones pequeñas.
Esas
acciones pueden ser: pago de impuestos justos, evitar pago de sobornos al
personal del gobierno, eliminar el uso de facturas falsas para bajar impuestos
y tantos otros actos de corrupción al considerar que el gobierno no utiliza los
recursos recaudados en forma correcta. Para conseguir estos cambios,
necesitamos ver la honestidad de actuación de los líderes de nuestra comunidad.
La
intención del pueblo está en conseguir el cambio, pero la solución no está en
quien se convierta en el nuevo líder de nuestro país, sino en una convicción
individual en quien tenga como resultado un cambio colectivo es decir un cambio
personal que provoque un cambio en beneficio de nuestro país que tanto lo
necesita.
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