Como
un acontecimiento trascendente en este mes de marzo mi familia y yo hemos sido
invitados a una celebración matrimonial de 60 años. Lo comento porque a estas
alturas es un acontecimiento “raro”
que una pareja unida como Dios manda, tenga oportunidad de participar en una
celebración de esta naturaleza.
Cuando
digo –raro- se debe a que hoy en día vemos y vivimos por distintos frentes,
cómo la familia está siendo debilitada, como está siendo deteriorada y se
considera que es un modelo que ya pasó de moda y que está fuera de lugar en
nuestra sociedad y por lo mismo se propicia un nuevo modelo que se identifica
como “sociedades libres, democráticas,
soberanas”, que están infectadas de nuevas ideologías encaminadas a
destruir el seno familiar que es lo más sagrado de toda sociedad.
Los
que hemos tenido una edad completa de casados, podemos decir que vivir en
familia no siempre es fácil ya que se conoce de todo y aunque hay muchas
alegrías y satisfacciones, se tienen etapas dolorosas que hay que saber
sobrellevar, que todos los días se intenta renacer y todos los días para
sortear la vida y prevalecer con el amor. Es preferible vivir así, que una
familia dentro de una sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el
confort.
Yo
considero que cuando se tiene interés que el matrimonio perdure, debe hacerse
con mucha comunicación, entrega y amor y tomar en cuenta que la vida
matrimonial debe renovarse todos los días y conforme pasa el tiempo, se va uno dando
cuenta de todas las marcas que nos van dejando las cicatrices, producto tal vez
de heridas que a lo largo de la vida van dejando las heridas de los
acontecimientos y lo importante es seguir caminando porque todas esas marcas
son fruto de la fidelidad de un amor que perdura a través del tiempo.
Cada
matrimonio longevo es una historia completa desde el momento de unirse, hasta
las diferentes fechas de su aniversario y si cada pareja celebrante escribiera
un libro, dispondríamos de una biblioteca con relatos sobresalientes de
experiencias pasadas. Claro que cuando las celebraciones pasan de los 50 años,
debe tenerse mucha paciencia y sobre todo quererse y mucho y sobre todo
reconocer sus errores y lo más importante, saber perdonarse; de otra manera
existen muchos fracasos que no resisten pasar ninguna prueba de años.
El
matrimonio que conocemos corresponde a familiares de mi esposa y en realidad es
una pareja que se ha de querer mucho. Actualmente disponen de ocho hijos, todos
ellos gente buena y de bien de los que deben estar muy orgullosos y aunque no
sé cuántos nietos tienen, si sé que tienen bisnietos, lo cual forma una familia
numerosa.
El
amor no es una cosa fácil, pero en el matrimonio depende de dos y cuando se
logra un entendimiento y una vida longeva, es lo más sagrado que un hombre y
una mujer pueden darse entre sí y por consiguiente el verdadero amor es para
toda la vida.
Acudiré
con mucho gusto a esta celebración porque es muy raro que hoy en día conozca
uno personalidades que duren 60 años de matrimonio, lo que representa para mí
un acontecimiento sobresaliente. Ver la integración de una gran familia que se
ha formado a través de los años, que juntos representan una historia; y una
historia es un ejemplo a seguir porque representa una vida realizada…
¡Felicidades a los celebrantes y a toda la
familia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario