La
navidad de esta noche es para mí la preferida del año porque mi corazón está
lleno de gratitud porque finalmente me detuve el tiempo suficiente para
encontrar el equilibrio entre mis actividades y mi familia al menos durante
este mes de fiestas, la belleza me rodea en los adornos navideños que hay en mi
casa, ahora iluminada con el resplandor de las luces, siendo el indicio de que
ha llegado la alegría, la felicidad, y el huésped de honor de nuestro festín
familiar.
Después
de la cena a media noche y la entrega de regalos que será el día de mañana en
la tradicional comida familiar de Navidad; y después de la entrega y de que
cada uno de nosotros haya abierto los regalos, serán momentos de sorpresa y
expresiones de gozo al contemplar los presentes como un símbolo de amor y
satisfacciones que nos ha dejado la Navidad.
Al
llegar a estas fechas tuve la impresión del encanto de estas fiestas que me han
producido el deseo para escribir este blog y así mismo me inspiro en la
expresión de Charles Dickens, “Oh, ojalá la Navidad durase todo
el año, como debería durar. Ojalá el espíritu de la Navidad pudiera vivir en
nuestro corazón todos los días del año”. Con
este antecedente, es importante razonar: ¿Qué es el espíritu de la Navidad?
Quizá
el espíritu de la Navidad, al igual que la naturaleza de lo amado, ha de ser un
misterio santo como tantos otros que ya son muy conocidos. Quizás el espíritu
de la Navidad consiste en que nuestra alma sepa que las cosas, por más bellas y
exquisitas que sean, no son más que cosas que fuimos coleccionando, no siempre
para hacer, sino que a veces solo para ser.
Quizá
el espíritu de la Navidad es el cariñoso recordatorio del que debemos reservar
tiempo, para la larga y lenta travesía que tenemos encomendada y que debemos
tomarnos tiempo para descubrir nuestra estrella, que debemos honrar el tiempo
necesario para reflexionar sobre la llegada de las personas auténticas en que debemos
convertirnos porque el amor nos ha creado para ello.
Siempre
hemos considerado la vida como un don Divino, que lo que hagamos con ella es la
mejor forma de corresponder a ese don; y precisamente estas fechas son
perfectas para recordar todo esto. Hoy es la fecha para recordar todo esto y mi
deseo de esta Navidad para todos mis familiares, amigos y amistades es que
detrás de todos los regalos que hemos recibido, el oropel, los villancicos y
los acercamientos propiciados por los diferentes grupos, venga un momento de
tranquila reflexión y paz.
Que
se pueda opinar verdaderamente hemos sabido interpretar lo grandioso de estas
festividades y con ello podamos celebrar verdaderamente la Navidad…
¡Feliz
Navidad y que haya bendiciones para todos!
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