Decía
en mi blog anterior que el mes de diciembre es uno de los mejores del año
porque comienza con los cumpleaños y ahora inicio agradeciendo las
felicitaciones a mis familiares y amigos
por sus buenos deseos de salud y felicidad, ya llegada esta fecha de oro, no he
perdido, mi salud ni mi buen juicio y de acuerdo con los peritos en estadísticas,
consideran que tengo posibilidades de vivir más tiempo, lo que aprovecho para
agradecer al Universo tantas bendiciones que he recibido en toda mi vida y
ahora puedo gozar de satisfacciones intelectuales y físicas.
Este
día lo he considerado como todos los días, es decir común y corriente, aunque
he tenido muchas llamadas de felicitación sobre todo de mi familia y aunque
poco a poco se han ido extinguiendo, los que permanecen me han llamado y eso para
mi cuenta mucho, varios amigos entrañables me han hecho llegar sus
felicitaciones lo cual dice que contar con su amistad es muy valiosa.
Algo
de lo más maravilloso para son mis hijos
Daniel y Rafael los dos me han felicitado con mucho cariño y eso es único, veo en ellos una respuesta a la interrogante
que cuando nacieron me hice ¿Y ahora qué
hago? aprecio que la semilla resultó positiva y ahora me enorgullece
decirlo. También recibí felicitación de mi único nieto Alex que se encuentra en
el extranjero a quien también quiero
como un hijo al igual que Aida su linda mamá. A todos ellos los admiro por su
espíritu de lucha.
Verdaderamente
son muchas las personas que me han llamado para felicitarme y eso me satisface
por corresponder a familiares y amigos entrañables todos ellos, lo que me hace
fortalecer y ampliar esas relaciones, por lo que aprovecho este blog para
agradecer a todos ellos su atención y cariño.
La
edad avanzada no es una enfermedad ni algo que no nos guste, aunque algunos
jóvenes la consideran como tal y poco caso hacen de los ancianos sin saber que
si bien les va, también llegarán a viejos, y de aquí me surge una inquietud que
no es recomendación porque no acostumbro hacerlo, “aprovechen todo el tiempo de
su vida y no desperdicien su juventud, procuren hacer algo útil y prepárense
técnicamente que nunca les estorbará en el futuro, es por eso que encuentran
muchos ancianos inútiles.
¿Soy
sabio en mi vejez? No lo sé, pero ahora soy más tolerante. Yo no fui un joven afectuoso,
pero el amor apasionado me hizo serlo y ahora me emociona profundamente el
afecto que recibo, por ello considero que esta es una de las recompensas de mi
edad.
Cuando
todo se ha dicho y hecho, los placeres de la vejez resultan de naturaleza más renovada
hasta el amor resulta más perdurable, tierno y duradero, esa es la razón que
ahora me inspira para ayudar a otras personas que carecen de muchas cosas
porque las dejaron ir o las perdieron. Ahora lo único que puedo hacer es
ayudarles, dándoles algo de lo que yo poseo.
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