El
día de ayer desayuné con un cordial amigo empresario, entre los cincuenta años
de edad, quien ha tenido mucho desarrollo en los negocios y tiene a su cargo
empresas que otorgan diferentes servicios al público y me comentaba que
recientemente se ha asociado a una nueva empresa extranjera, cuyo presidente de
la firma es una persona de treinta y cinco años de edad. Reconoce en él y su equipo
de trabajo que son personas jóvenes y tratan de cubrir una parte del mercado nacional
con sus servicios, con técnicas que han desarrollado en otros países y han
implantado sistemas novedosos con buenos resultados en las ventas de servicios.
Con
este motivo el personal de mi amigo que también se forma de gente joven y que
incluye gente mayor con experiencia en ventas, integra la plantilla que
intervendrá en la nueva empresa que está llegando a México y dará servicio
dentro de nuestro país que buena falta hace la llegada de capital extranjero
para incrementar los negocios y aminorar parte de los problemas que nos afectan.
Recuerdo
que hace unos quince años hubo movimientos de empresas de servicios bancarios y
empezó una racha de “despidos masivos de
personal” y liquidaban por miles de gentes, sobre todo personas mayores que
tenían muchos años de servicios y poseían experiencia de toda su vida en su
campo de trabajo, lo que provocó un desempleo de personas adultas que empezaron
a tener dificultades para conseguir un nuevo trabajo y se inició una etapa de
desempleo en nuestro país, originando con ello una situación seria para la
economía nacional.
Las
empresas mexicanas iniciaron la política hasta la fecha de contratar personal
muy joven y en su mayoría sin ninguna experiencia, situación que ha originado problemas
en la organización de varios negocios, lo que ha provocado que muchos de ellos
han resentido quebrantos en su buena marcha, debido a la inexperiencia de sus
ejecutivos que han dictado decisiones no muy adecuadas en su gestión, afectando
los buenos resultados que en alguna forma se refleja en sus utilidades y
finalmente es lo que persiguen las corporaciones.
Actualmente
nuestro país dispone del problema del desempleo lo que le ocasiona una
preocupación, acarreando una crisis financiera que no se ha podido superar y
cada vez se agrava más por estar supeditada al desarrollo de los mercados
internacionales. Se calcula que en México existe una cifra de desempleo de
cerca de tres millones. Una gran parte de empleadores solicitan personal no mayor
de 35 años con determinadas características en su nivel de estudios siendo
inútil presentarse si no se cubren esos requisitos.
Ante
todos estos cuadros se debe tomar en cuenta que la gente adulta y la adulta
mayor, responde al rango de personas con mayor experiencia y se desperdicia su
participación y sus conocimientos se pierden. Esas mismas personas podrían ser
utilizadas como consultores, instructores de gente de nuevo ingreso o
simplemente como asesores que pueden dejar sus experiencias y conocimientos al
servicio y en beneficio de las organizaciones actuales.
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