viernes, 1 de mayo de 2015

FELIZ DÍA DEL NIÑO.

El día de hoy se celebra el día del niño y como si fuera ayer, hoy mismo por la mañana me puse a pensar en diversos pasajes de mi niñez cuando estaba en la casa paterna rodeado de mis padres y hermanos que fuimos cinco en total y yo fui el más pequeño de todos ellos, por lo que mis recuerdos fueron reforzados por algunas fotografías de la época en mi poder y comprobé los muchos años transcurridos y tuve una extraña experiencia al mirarme en el espejo de mi recámara y tuve la sensación que un extraño me miraba desde el espejo.

Al final me detuve un momento y volví a mirar. No podía asimilar el hecho de que era realmente yo quien se estaba reflejando en el espejo y pude reflexionar diciendo: “Ése, es una persona que ha alquilado mi cara”. Cuando volví a mirar en el espejo pensé en el niño invisible que vive en el interior de cada uno de nosotros y permanece como un testigo silencioso e invisible en nuestro interior, siempre joven, siempre atento y siempre observando nuestra transformación que hemos tenido hasta esta fecha.

El niño que hay dentro de mí, es observador, eterno e inmutable y afortunadamente no conoce nada de odios y juicios. Él no sabe nada de juzgar y nunca ha odiado a nadie. ¿Por qué? Porque no sabe nada de apariencias, todo lo ve con amor tanto a las personas como a las cosas. Al no disponer de forma, color o personalidad alguna, es eterno y siempre permanece invisible, sin reconocer las barreras establecidas por el ser humano y no identifica clases sociales, religiones, etnias y por lo mismo siempre se encuentra en paz.

Lo pude comprobar el día de hoy cuando iban los niños a la escuela con uniformes de varios personajes y diversos colores, al saber que en su salón les esperaba una fiesta con todos sus compañeros y disfrutarían de regalos, reuniones, de dulces y recreo durante toda la mañana lo que duplicaba su ánimo para ir gustosos. Las estaciones de radio enviaban muchas felicitaciones a varios niños mencionando sus nombres y les deseaban que se divirtieran mucho con sus amiguitos durante la celebración de su día.

Una gran mayoría de nosotros los mayores, hemos tenido hijos y en gran parte nietos, considero que hemos aprendido mucho de ellos, aunque sugiero que deberíamos pasar más tiempo a su lado si tenemos oportunidad de observarlos detenidamente. Mientras lo haces recuerda al niño interior que hay en ti y al que le encantaría si jugaras con él. Puedes darte cuenta que por las actividades que realizas, puedes ser demasiado serio y solemne, recuerda que tu niño interior está siempre observando tu actitud. ¿Está él también así? Pronto podrás darte cuenta que tu infante no podría ser jamás de esa manera y si es posible trata de cambiar tu actitud, siempre estarás notando una diferencia que te ayudará a ser más cordial y amable.

Trata de manejar en tu pensamiento “Nunca voy a dejar que un extraño ocupe mi cuerpo, trataré de ser siempre yo mismo” en ocasiones podrás pensar que tu cuerpo está ocupado por otra persona, en realidad no es así al proponerte a recuperar tu autoestima y expresar tu forma de ser, podrás actuar con la seguridad de que puedes lograr un cambio que te beneficiará en todo.


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