El
día de hoy se celebra el día del niño y como si fuera ayer, hoy mismo por la
mañana me puse a pensar en diversos pasajes de mi niñez cuando estaba en la
casa paterna rodeado de mis padres y hermanos que fuimos cinco en total y yo
fui el más pequeño de todos ellos, por lo que mis recuerdos fueron reforzados
por algunas fotografías de la época en mi poder y comprobé los muchos años
transcurridos y tuve una extraña experiencia al mirarme en el espejo de mi
recámara y tuve la sensación que un extraño me miraba desde el espejo.
Al
final me detuve un momento y volví a mirar. No podía asimilar el hecho de que
era realmente yo quien se estaba reflejando en el espejo y pude reflexionar
diciendo: “Ése, es una persona que ha alquilado mi cara”. Cuando volví a mirar en el espejo pensé en el niño
invisible que vive en el interior de cada uno de nosotros y permanece como un
testigo silencioso e invisible en nuestro interior, siempre joven, siempre
atento y siempre observando nuestra transformación que hemos tenido hasta esta
fecha.
El
niño que hay dentro de mí, es observador, eterno e inmutable y afortunadamente
no conoce nada de odios y juicios. Él no sabe nada de juzgar y nunca ha odiado
a nadie. ¿Por qué? Porque no sabe nada de apariencias, todo lo ve con amor
tanto a las personas como a las cosas. Al no disponer de forma, color o
personalidad alguna, es eterno y siempre permanece invisible, sin reconocer las
barreras establecidas por el ser humano y no identifica clases sociales,
religiones, etnias y por lo mismo siempre se encuentra en paz.
Lo
pude comprobar el día de hoy cuando iban los niños a la escuela con uniformes
de varios personajes y diversos colores, al saber que en su salón les esperaba
una fiesta con todos sus compañeros y disfrutarían de regalos, reuniones, de
dulces y recreo durante toda la mañana lo que duplicaba su ánimo para ir
gustosos. Las estaciones de radio enviaban muchas felicitaciones a varios niños
mencionando sus nombres y les deseaban que se divirtieran mucho con sus
amiguitos durante la celebración de su día.
Una
gran mayoría de nosotros los mayores, hemos tenido hijos y en gran parte
nietos, considero que hemos aprendido mucho de ellos, aunque sugiero que deberíamos
pasar más tiempo a su lado si tenemos oportunidad de observarlos detenidamente.
Mientras lo haces recuerda al niño interior que hay en ti y al que le
encantaría si jugaras con él. Puedes darte cuenta que por las actividades que
realizas, puedes ser demasiado serio y solemne, recuerda que tu niño interior
está siempre observando tu actitud. ¿Está él también así? Pronto podrás darte
cuenta que tu infante no podría ser jamás de esa manera y si es posible trata
de cambiar tu actitud, siempre estarás notando una diferencia que te ayudará a
ser más cordial y amable.
Trata
de manejar en tu pensamiento “Nunca voy a
dejar que un extraño ocupe mi cuerpo, trataré de ser siempre yo mismo” en
ocasiones podrás pensar que tu cuerpo está ocupado por otra persona, en
realidad no es así al proponerte a recuperar tu autoestima y expresar tu forma
de ser, podrás actuar con la seguridad de que puedes lograr un cambio que te
beneficiará en todo.
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