Qué
gran día es el festejo del diez de mayo cuando se recuerda a nuestra madre que
es el ser que nos ha dado la vida y la que nos trajo al mundo y sobre todo para
los que ya no disponemos de ella en forma material, tenemos la virtud de
recordarla con frecuencia debido a que la sentimos más cercana a nosotros y
sabemos que nos acompaña en todo momento cuando la necesitamos o cuando tenemos
algún recuerdo que nos acerca en forma directa con ella.
Mucho
se habla de que en nuestro país se lleva a cabo esta celebración desde hace 80
años cuando el periódico “Excélsior” encabezado por su Director Rafael Aldúcin,
llevó a cabo una encuesta, habiéndose establecido el 10 de mayo de 1922 la
primera fecha apoyada por el Secretario de Educación José Vasconcelos y
respaldado por el Papa Pío XI, siendo Presidente de la República Álvaro
Obregón. Desde entonces se tiene memoria de esta festividad. Esta festividad se
conmemora en todo el mundo en diferentes fechas que están contenidas en el
Calendario Gregoriano que cita a cada país en su fecha calendario.
Recuerdo
que en mis años de escuela primaria y dentro de nuestras clases de talleres,
nos hacían elaborar algunos trabajos manuales en madera tallada, plastilina,
cartón o cualquier otro material, para tenerlo presente el diez de mayo y
entregarlo a nuestras madres en su día de celebración. Más adelante estas
fechas se fueron mercantilizando, llegando al grado que se desarrollan
actualmente campañas encaminadas a promover la venta de toda clase de artículos
para regalo, en beneficio de las utilidades de los comerciantes y sus negocios.
El
jueves 7 de mayo de la semana pasada, organizamos una fiesta para la
celebración del día de las madres, en la Fundación
casa hogar “Matías Romero”, en donde gran parte de las residentes y en
atención al género son mujeres, en su mayoría son Madres de familia. Con este
motivo se celebró una misa en la Capilla que se encuentra ubicada en su propio
domicilio a las trece horas, cuya misa fue celebrada por el Padre Enrique
Gonsalez Torres, quien a su vez es integrante del Patronato de dicha casa
hogar, a la que asistieron los y las residentes, los empleados de la misma y
algunos invitados especiales. Al término de la misa, se sirvió una comida para
todos los presentes, amenizada por una marimba orquesta que animó mucho el
evento, en la que los mismos residentes mostraron su alegría, al aprovechar el
momento para mostrar también sus habilidades en el baile.
En
la homilía que predicó el Padre Gonsalez Torres durante la misa en la Capilla,
se refirió a las madres que ya no están con nosotros, porque cubrieron su ciclo
de vida y son quienes nos dieron la vida y por ello, las tendremos presente siempre con un grato
recuerdo. En ese momento empezaron a pasar por mi mente y a mucha velocidad
hice una remembranza cuando de pequeño pasé una vida completa con ella y cuatro
hermanos en tierras veracruzanas, con alusión a varios momentos de ausencia que
se hicieron presentes en ese breve tiempo. Fue una niñez muy feliz, con la
retentiva de que mi madre siempre permanece viva en mí memoria y siento su
cercanía que me alienta en todo lo que hago.
Deseo
que quienes disponen de la presencia de su madre, la disfruten plenamente y
gocen su existencia, es un privilegio tenerla y saber que pueden contar con
ella en todo momento…
¡Felicidades cordiales a todas las
Madres y que disfruten su vida al lado de los suyos!
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