Supongo
que con el período largo de vacaciones, todos regresamos a nuestras actividades
con mayores deseos de realizar aquellas cosas que teníamos pendientes de hacer
y siempre habían quedado diferidas para otro momento. Lo cierto es que después
de haber transitado por aeropuertos y varias estaciones de servicio, donde se
apreciaba la alegría de las gentes y al recibir o despedir familiares o amigos,
mostraban signos de alegría, gusto y sobre todo repartían mucho “amor” como muestra de cariño entre
personas jóvenes, ancianos, niños y otros seres que sin trato continuo, aprovechaban
momentos para demostrar su gozo y júbilo que compartían entre abrazos en
momentos de felicidad y gusto por el hecho del encuentro.
Cuántas
ocasiones tenemos deseos de saludar en forma efusiva y amable a una persona y
nos retraemos por el hecho de no tratarla con frecuencia o pensar que puede
tomar a mal nuestra cordialidad, aun en esos casos debemos dar la muestra y
expresión de nuestro deseo de saludar en forma amable. Tal vez las personas
transitan por la vida pensando en sus problemas, carencias, dificultades y
limitaciones, no importando su medio de vida y al recibir una prueba de afecto
y un saludo cordial, puede cambiar sus pensamientos y decida cambiar su
polaridad negativa.
Lo
importante es cambiar esos pensamientos negativos por una tendencia más
cordial, sobre todo si sabemos que todos nuestros juicios que tenemos en mente,
además de que nos dañan, muchas veces se realizan porque los estamos invocando
con frecuencia. Por esta razón debemos actuar en forma positiva y tratar de dar
algo a otras personas, esto puede ser una simple sonrisa, un saludo afectuoso,
un abrazo y cuando tenemos deseos de darlo, nos reprimimos de hacerlo y tantas
otras cosas que con nuestra actuación podemos compartir, porque en esa misma
forma recibiremos de regreso el afecto de otras personas que corresponderán a las
muestras de simpatía.
Lo
importante es encontrar el gusto y placer a la vida, porque al vivir más
tiempo, debemos mostrar un sentido más amplio a ese aumento en el número de años. Cuando caminamos por la
vida encontramos muchos jóvenes que con su apariencia y su actitud parecen
ancianos y por caso contrario, vemos ancianos que siempre dan muestras de
jovialidad y con ejemplos vivos de disfrutar plenamente su longevidad.
Yo
considero que todas las edades son buenas, lo importante es que cada uno de
nosotros le encuentre el gusto a lo que hace y con ello estaremos realizando
nuestros planes y proyectos en forma agradable para ir consiguiendo nuevas
etapas para sentirnos gratificados y agradecidos. Debemos recordar que
provenimos de una fuente de puro amor, entonces una vida simple significa
incorporar ese amor como uno de los pilares de nuestra existencia material.
Para
conservar ese amor y disponer de una vida saludable, lo mejor es pensar en las
personas que deben acompañarnos en esta etapa de la vida, y si hablamos de
prodigar amor, debemos pensar en la clase de personas con las que acostumbramos
pasar nuestro tiempo y decidimos vivir con ellas. Es importante disponer de la
amistad de personas que estén dispuestas a brindar su ayuda a otras, porque al
intercambiar opiniones, nos volvemos más responsables con nosotros mismos.
Siempre
tendremos una razón para levantarnos cada día, a contemplar un ideal que nos
permita ser útiles otorgando servicios a otros seres humanos. Uno de los
secretos de la longevidad es integrarse a grupos sociales y elegir aficiones o
actividades que te lleven en forma natural a cubrir pautas de conducta más
sana. Es una manera gradual pero muy eficaz de operar cambios en nuestro
comportamiento que permita tener siempre beneficios de carácter social.
No
conozco aun a nadie que no quiera tener una vida llena de cariño y amor. Con el
fin de que esto suceda, el esfuerzo tiene que iniciarse dentro de nosotros
mismos. No debemos esperar a que otras personas tomen la iniciativa de
proporcionarnos el amor que necesitamos, nosotros debemos ser una imagen y una
fuente de afecto.
Abrir
tu corazón a la posibilidad de un amor y un afecto más grande, y al convertirte
tú mismo en una fuente de ambas cosas, estarás dando un paso importante en la
consecución del mismo amor y afecto que deseas. Descubrirás algo excepcional “Cuanto más amor y afecto des, más recibirás”
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