¡YO PROMETO! |
Espero
con estas publicaciones no tocar muchas puertas de promesas incumplidas. En
ocasiones se necesita un entrenamiento adecuado para ayudarte a cumplir las
promesas hechas en algún momento. Lo importante es reconsiderar lo que más nos
conviene para nuestra salud, para nuestro bienestar, para mejorar nuestra
conducta o simplemente para nuestro beneficio; pensar los pros y los contras y
finalmente llevar a cabo lo que más nos conviene hacer.
Muchas
ocasiones vemos personas que en sus empleos son muy estrictas y cumplen los
compromisos que se comprometen a realizar y pueden atiender grandes proyectos
empresariales, de investigación, de compra venta; o bien si son ejecutivos de
alto nivel de sectores particulares o públicos y siempre cumplen oportunamente sus
responsabilidades en las fechas asignadas.
Pero
en sus vidas privadas, no sabemos si esa responsabilidad la pueden utilizar en
la misma forma estricta para cumplir sus compromisos con sus familiares, con
sus amigos, con sus amistades y lo más importante, con ellos mismos cuando
tratan de fijarse ciertas disciplinas que deben cumplir para lograr un objetivo
personal. Así por ejemplo, se trate de emplear el tiempo suficiente para
iniciar una disciplina en forma más racional en actividades útiles para
incorporar nuevos hábitos en mejora de su persona.
Esos
nuevos hábitos pueden estar dirigidos a corregir algunas fallas de conducta en
beneficio de su salud, si existe un caso de sobre peso y están tratando de eliminar
algunos kilos, suele ocurrir que pesarse o mirarse continuamente ante un espejo
puede resultar deprimente al darse cuenta que cuenta que disponen de veinte o
más kilos de peso. Al proponerse iniciar nuevas dietas que consigan la pérdida
de peso resulta tan lento conseguir su resultado, que no soporta la diferencia
entre el objetivo y la realidad presente.
En
el caso de practicar algún deporte y hacerlo en juegos de competencia, empiezan
haciendo grandes esfuerzos y se muestran descontentos con la insignificancia y
lentitud de su progreso y acaban desistiendo de sus propósitos, sucumbiendo a
la frustración. Conocí el caso de una persona en un club deportivo y hablando
de personalidad, practicaba el squash y
en las ocasiones que ganaba sus partidos estaba contento y de buen humor, pero
no ocurría lo mismo cuando perdía los partidos porque estaba de mal humor y no
se daba cuenta que participaba en un deporte y no en una competencia, con el
inconveniente de que cometía trampas y se ganaba la antipatía de sus compañeros
de club.
El
método más eficaz, consiste en fijarse como único objetivo un cambio inmediato
en el comportamiento. ¿Qué importa el esfuerzo que se haga al inicio del cambio
si hoy se consigue comer poco? ¿Qué importa perder un partido de squash si se
juega con valor y se ejercita el cuerpo? ¿Qué importa si en próxima fecha va a
participar en una carrera de medio maratón y el día de hoy en su práctica de rutina, solamente consigue
caminar a buen paso durante una hora? Lo importante de todo propósito es
fijarse objetivos y que pueda ufanarse de los resultados conseguidos para su
mejora.
Es
muy importante determinar nuestra propia imagen conociéndonos mejor. Fijar la
expresión que tenemos de nosotros hoy mismo, que resulta necesaria para pensar y decidir “qué podemos mejorar”. Un buen perfil nos
permite concentrarnos en los cumplidos que recibimos y en los éxitos que
logramos. Debemos eliminar siempre una mala imagen que nos orille a pensar “voy a fracasar” o simplemente suponer “no puedo hacerlo” este tipo de
pensamientos nos conduce en forma inconsciente a sabotear los pequeños o
grandes triunfos para estar satisfechos de nuestra conducta.
Los
cambios siempre son difíciles, la mala imagen que tenemos desde niños, pretende
perpetuarse en nuestras acciones y al proponernos a cambiar, surgen los viejos
patrones de culpabilidad y auto denigración. Por eso debemos redoblar mucho el
esfuerzo para mejorar nuestro perfil y disponer de una imagen saludable y
positiva y actual, con la que nosotros mismos debemos sentirnos satisfechos.
Debemos
disponer una saludable autoestima, es necesaria para cumplir mejor nuestros
propósitos y al mismo tiempo debemos respetar a los demás para recibir el mismo
trato. Cada logro obtenido por pequeño que sea nos permite sentirnos
satisfechos y al mismo tiempo aceptar nuestras limitaciones, reiterando nuestro
esfuerzo para hacer mejor las cosas en un futuro cercano.
Lo
importante es no dejar incumplidas nuestras promesas, aunque los cambios para
bien, siempre se consiguen con resultados muy lentos y no podemos contar con
resultados inmediatos en plazos cortos, por esa razón es necesario reforzar
nuestras buena voluntad para conseguir los
mejores resultados.
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