No
te ha ocurrido que en alguna ocasión estás pensando por alguna causa en alguna
persona a quien ya tenía tiempo que no veías y al sonar el teléfono ¿es la
misma persona en la que estabas pensando? Otras veces, ocurre que viene a tu
mente el recuerdo de un amigo a quien estimas mucho y caminando por la calle,
¿lo encuentras que cruza tu camino? Yo creo que nos ha sucedido a todos con
frecuencia y creemos que puede deberse a un milagro y son acontecimientos que
nos resulta muy difícil de encontrarle una explicación lógica, porque nos
sorprende la misteriosa perfección en que suceden.
Cuando
no tenemos idea de la forma en que ocurren estas maravillas, les llamamos que
son casualidades que nos pasan y poco caso podemos hacer que son situaciones
que coinciden cuando nuestro universo puede estar funcionando perfectamente.
Parece mucho más sencillo creer que se producen sincronías inmotivadas e inexplicables.
El
primero que utilizó este término, fue el psicólogo Carl Jung quien realizó una
serie de estudios para desenmarañar los misterios entrecruzados e
incomprensibles. La realidad es que se refiere a “la existencia simultánea de dos acontecimientos relacionados de manera
significativa.
Si
yo preguntara a varias personas, entre ellas a ti cuando has estado pensando en
alguna persona, ¿Ha ocurrido que en poco
tiempo, recibas una llamada o tengas alguna noticia de ella? Puedo asegurar que
podría acertar que así ha ocurrido. La sincronía
ha ocurrido en algún momento, entre la coincidencia de conocimientos y
pensamientos sucedidos como una experiencia humana.
Es
muy posible que a todos nos han sucedidos esos acontecimientos que a veces nos
resulta muy difícil dar una explicación de la forma en que llegaron a pasar
esos casos que nos han sorprendido y la verdad es que cuanto más nos dejamos
llevar por la energía de nuestro sistema en el universo, más podemos encontrar
estos sucesos.
Muchos
de los episodios ocurridos en nuestra vida, se encuentran rodeados de misterio.
¿Cómo podemos dar una explicación razonada de estos acontecimientos cuando los
hemos vivido?
Nuestra
manera de vida estriba en que para creer en una cosa, tenemos que verla y de
ser posible palparla para apreciar de lo que se trata y la podamos describir
con facilidad de acuerdo a lo que apreciamos objetivamente, de ese antecedente surge la expresión “Si no lo veo no lo creo” en lo que se
refiere a la forma. Existen otros conectores algo difíciles de creer porque transmiten
su energía en forma más oculta, como es el caso de los interruptores de luz que
al conectarlos el fluido eléctrico continúa por el cable hasta llegar a su
destino como puede ser un foco o un aparato eléctrico; y en ese caso no
necesitamos ver como pasa la energía por estar la conexión oculta. Solo debemos
creer que la instalación se encuentra oculta para aceptar su existencia. Esta
conexión suele ocurrir al accionar un control de TV. en donde a distancia se
cambian los canales y no existe la posibilidad de localizar la conexión.
Existen
otros casos de conexiones invisibles, con más dificultad para creerse como
puede ser el caso de los presentimientos entre dos personas cuando pronostican
un acto malo o bueno que le puede acontecer a un familiar o amigo y en realidad
así ocurre. Es indudable que exista una conexión invisible entre los
pensamientos de una persona y el comportamiento de otra, que desafía todo
intento de descripción y que como acostumbramos decir… que por telepatía
presintió lo acontecido.
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