NO TE PREOCUPES, OCÚPATE. |
Una
gran parte de nuestra paz mental, está referida por nuestra capacidad de vivir
el momento presente, prescinde de lo que haya sucedido en tu vida anterior, el
mes anterior o ayer, así como de lo que pueda ocurrir mañana o en un futuro
cercano, procura vivir el momento presente, porque es el “ahora” lo único que tenemos. Sin duda, hemos llegado a dominar el
neurótico arte de pasar parte de la vida, preocupados de muchas cosas de
nuestro entorno. Recordamos mucho los problemas pasados y las preocupaciones futuras
y permitimos que dominen nuestros momentos presentes, tanto es así que acabamos
ansiosos, frustrados, deprimidos y desesperanzados, durante noches de insomnio
y largos días sin esperanza.
Los
molestos síntomas originados por preocupaciones, ansiedad y otras situaciones
problemáticas derivados de la vida moderna, provocan hipertensión, nerviosismo,
sensación de malestar que perturban tu estado natural, solo son un conjunto de
pensamientos los que crean la falsa creencia que conocemos como estrés, siendo
un término que no se puede considerar
como enfermedad, porque lo único que existen son personas dedicadas a los
pensamientos estresados originados por preocupaciones de cosas que muchas veces
ni siquiera se llegan a presentar.
Las
causas pueden estar originadas en la problemática de seguridad, de
supervivencia o por otras causas por la que está atravesando actualmente
nuestro país, donde los medios publicitarios, no se tientan el corazón para dar
a conocer la noticia y con ello asustar a la gente. El alarmismo se ha vuelto
la “murmuración” de cada día en muchos campos de la información y en especial
los reportajes sobre los diferentes atentados y “bajas” ocurridas a cualquier
hora y en cualquier lugar de nuestra nación. Lo que buscan es causar temor a un precio muy elevado, a cambio de
ser los primeros en vender su noticia, a cambio del recelo que se causa en la población.
En
otros casos, las preocupaciones pueden ser por otras causas como son:
encontrarse agobiado de trabajo, temor a ser despedido en el empleo, diversos problemas
familiares, estar a disgusto en un oficio y tantas otras causas existentes, que
lo mejor es hacer un alto en el camino, respirar profundo, y si te sientes mal,
cambiar tu manera de pensar, y sin importar tu entorno, o lo que los demás
esperan que sientas ante un cuadro de desastre, puedes tomar la decisión de
sentirte bien, diciendo en voz alta: ¡Quiero
sentirme bien! y después transformarlo en “Tengo la intención de sentirme bien! y después cambiar la
manera de pensar, alternando la intención de sentirte bien, transformando tu
actitud y observarás en ese momento, qué
pensamientos debes seguir para sentirte bien emocionalmente, tomando en cuenta
que el único momento del que podemos disponer es ¡Ahora! El secreto para eliminar los efectos perniciosos de
sentirse presionado y preocupado consiste en el “Ahora”.
Los
pensamientos que disponen de sentimientos de malestar son reflexiones de resistencia.
Cualquier ideología que establece una barrera entre lo que te gustaría tener y
tu capacidad para atraerlo a tu vida es resistencia. Tu deseo consiste en llevar una vida
tranquila, libre de preocupaciones y ansiedad. Sabes que el estrés acumulado
por preocupaciones no existe en el mundo y que solamente militan personas
preocupadas. Estas tendencias constituyen por sí mismas una forma de
resistencia. Una vez que adoptes tu actitud de “sentirte bien y no preocuparte”, te reirás cuando observes ¡cuántas
personas se preocupan cada día innecesariamente!
“SI EL MUNDO ESTA MAL”, considera que “TU
MUNDO ESTÁ BIEN”.
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