No
entiendo porque la gente en cualquier edad guarda tanto recelo cuando se habla
de la “vejez”, lo considera con desconfianza como si se tratara de una
enfermedad o un desecho que ya no sirve. Yo invitaría a esa gente a que si es
tan afortunada, primero llegue a los ochenta años y después emita su opinión
para conocer si la sostiene. Sigo
pensando que la mejor edad, son “todas” lo
importante es tenerle amor a la vida y continuar la marcha en forma natural.
Desde
muy niño en mi ciudad natal veracruzana, escuchaba hablar de los “viejos” como
personas muy respetadas, eran muy escasos y la mayoría tenían ocupaciones
diversas pero siempre dedicados a alguna actividad a la que dedicaban su
tiempo. Les recuerdo como personas respetadas que evocaban gratamente a sus
antepasados y procuraba tratarlos siempre con especial cuidado, tal vez nunca
pensé que algún día sería como ellos. Ahora a mis ochenta años no me molesta,
ya que el envejecimiento es un proceso natural que depara el destino a los que
somos afortunados, con la edad me estoy asentando y adquiriendo mayor
prudencia, sigo activo y dedicado a lo mío y adaptándome con buen ánimo a las
nuevas circunstancias.
No
debemos descartar los antecedentes de ancianos que han manejado grandes
responsabilidades en la vida pública en el mundo, y por citar algunos casos:
Winston S. Churchill que a los 79 años fue premio nobel de literatura y primer
Ministro de Inglaterra, Mao Zedong (Mao Tse Tung) máximo dirigente de la
República China hasta su muerte en 1976 cuando tenía 83 años, Ronald W Reagan de 93 años,
presidente de los Estados Unidos, Charles de Gaulle a los 68 años presidente de
la república Francesa casi hasta su muerte a los 80 años. En la ciencia hubo
también hombres notables que en sus ochenta años de vida, aportaron grandes
descubrimientos a la ciencia en beneficio de la humanidad entera.
Actualmente
nuestro país se enfrenta a un problema de desocupación de los jóvenes haciendo
caso omiso de las personas de la tercera edad a quienes ya no les valoran como
personas capaces y con experiencia acrisolada como lo demostraron en sus
mejores años de servicios. En nuestro país es difícil que las autoridades
lleguen a valorar esta situación, existe una marginación laboral para quienes
son considerados como ancianos a quienes se les ha marginado social y
políticamente.
Las
personas de edad avanzada no demandan que se les de limosna, sino requieren
disponer de oportunidades para sentirse integrados a "fuentess de ocupación" como lo demuestra la ocupación
otorgada recientemente como “cerillos” en las tiendas departamentales, donde
quieren seguir siendo útiles. Leía el caso de un maestro universitario que
fue jubilado en la Universidad de Wisconsin E.U.A. donde consideraban por reglamento interno, que estaba
acabado; él se rebeló a la edad de 70
años demostrando mucha vitalidad para continuar su vida de profesor. Ante sus
protestas, varios de sus alumnos titulados y siendo ejecutivos de alto nivel en
unos laboratorios farmacéuticos, consideraron que el anciano maestro podría seguir
siendo útil como “investigador independiente”. En su segundo año de servicios
descubrió un antibiótico con el nombre de “aureomicina”
y un segundo producto “tetraciclina”
que sirven para vencer a más de 50 enfermedades graves en el mundo. Falleció a
los 84 años y gozó mucho de los reconocimientos que recibió por su vida exitosa
en beneficio de la humanidad.
Para
manejar tu vida en la forma deseada, lo recomendable que puedes hacer es
seleccionar a la clase de personas con las que dedicas mayor tiempo de tu existencia,
pueden ser "gentes que ayudan a otras gentes", te vuelves más responsable y te cargas
de una energía positiva que te ayuda todos los días a levantarte de buen humor y
mejor ánimo con quienes te cuidan y te rodean.
Para
prevenir y gozar de una “longevidad
feliz”, es necesario cuidar en primer lugar “la salud” en todas las edades, en seguida seguir la costumbre de “ejercitarse” en igual forma para
mejorar tu calidad de vida y en tercer lugar y muy importante, “integrarse a grupos sociales”, sobre
todo en edad longeva, para que esos grupos te lleven de forma natural a pautas
de conducta a una higiene mental más sana. Esta es una fórmula para ayudarte a
encontrar tu “yo interno” que permita
brindarte una completa tranquilidad y evitarte muchos trastornos de la vejez. Y
como se comentó antes, si “eres
afortunado” y bien te va, goces de mayor…”SALUD Y FELICIDAD.- Larga vida”.
Hay que poner en práctica este consejo. Yo a mis 50 años tengo que hacer ejercicio para llegar como tú a los 80 con plena salud y alegría de vivir. Un abrazo!!!
ResponderEliminarDice el refrán "el que no oye consejo no llega a viejo", lo cierto es que si somos afortunados y bien nos va, "llegaremos". Muchas veces da grima ver personas de menor edad, que por no cuidarse llegan en situaciones difíciles.
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