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El Desayuno |
Me resistía a platicarlo, porque se dice que a
nuestra edad solemos soñar muchas cosas. Les aseguro que nunca he fumado (hierba)
pero trataré de reconstruir las etapas y espero hacerlo bien. Sucedió en forma
ocasional, encontré un joven como de treinta años en la barra de un
restaurante, donde desayunábamos a gusto, y por agrado iniciamos una plática.
Me decía que en días anteriores había tenido un
accidente de tránsito y por ese motivo lo habían llevado a un Hospital, donde
permaneció internado, por cuatro días, privado del sentido y durante ese tiempo
(que se le hizo de mayor duración), vivió con nuevas amistades que lo trataron
de maravilla y participó en diversas reuniones donde conoció nuevas formas de
vida como nunca la había tenido en la vida real. Finalmente le dijeron que
debía regresar a la tierra, a continuar su vida anterior solo por tres días
más, para que llevara sus opiniones de las diferencias de vida que pudiera
observar en la tierra, así como platicar sus impresiones.
De las observaciones hechas me indicó que formuló un
listado de diferencias muy marcadas de vida; y, para informar de lo que no se
hace acá en la tierra, los clasificó en siete palabras como sigue:
1.- VIVE.- Él regresó con su familia, deseoso de
disfrutar cada instante con los suyos y gozar todos los momentos. En forma
intensa, abrazó a su padre y le pareció maravilloso hacerlo. En su franco deseo
besó a su madre diciendo “déjame verte bien y no dejes de mirarme”. Al ver a
sus dos hermanos los abrazó y se sintió feliz de encontrarles, pero le extrañó
que ellos continuaron su plática, sin notar su cordial saludo. De inmediato
pensó: Los seres humanos ¿Entenderán bien la vida mientras la están viviendo?
Consideró que ¿mucha gente desperdicia su vida por la indiferencia que muestra
a otras personas?
“Vive la vida,
es la única que tienes y la estás desperdiciando con tu indiferencia”.
2.- AMA.-
Esta palabra es poco conocida por el género humano, ya que al decir Amar, es un
campo muy amplio: amor fraternal, de pareja, religioso, humanista, en un
sentido de unir y no de separar, eliminando las distancias que nos separan de
los demás, llegando al caso de odios, rencores, resentimientos, sin importar
sexos y edades, sentimientos que ocurren lo mismo a los 8 o a los 80 años.
“Si yo fuera
Dios, diría a todos los países –ámense los unos a los otros y no sean
codiciosos-“
3.-APRENDE.-
Desde pequeños se nos educa con la creencia que Aprender equivale a un “deber”
muy penoso y con una deficiencia en los conocimientos que se nos imparten que
por decir algo, las matemáticas siempre son muy difíciles. Siendo que esa
enseñanza debería ser como al niño cuando se le enseña a andar, lo guiamos, le
enseñamos los primeros pasos y tal vez se cae varias veces y en ocasiones se
lastima, pero se levanta e intenta de nuevo hasta que logra hacerlo por sí
solo.
“No se está
cumpliendo con un deber, sino solamente se está haciendo aquello para lo cual
venimos al mundo. Estar aprendiendo”.
4.-CREER.-
La gente es muy incrédula, difícilmente llega a creer en algo o en alguien.
Desde pequeños, los niños desconfían hasta de sus padres. Todo es NO, NO… los
cansan y tanto insisten que hasta en el sueño tienen la palabra NO, hasta que
los acomplejan y los vuelven inútiles con las repercusiones que llevan debajo
de la piel cuando son mayores y sienten temores infundados cuando hacen frente
a su vida, lo hacen con los temores del NO al que están acostumbrados y se
cohíben ante otras gentes. La persona adulta y mayor se vuelve incrédula en
otras disciplinas como: política, religión, amistad, negocios, pareja,
provocando su infelicidad por su desconfianza manifiesta ante los demás.
“Advertirás lo
bondadosa y agradecida que puede mostrarse la gente, cuando tú eres el primero
en tender la mano”
(CONTINUARA)
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