Supongo que nuestros sitios predilectos son aquellos donde por un hechizo inexplicablemente podemos encontrar alivio de todas las dudas que nos acechan y de todas las respuestas .confusas. Cuando me siento agobiado inicio mi caminata por una calle cercana a casa y que me ha ayudado a razonar por muchas ocasiones.
En la cercanía se encuentra ubicada una pequeña capilla que al penetrar se siente un regocijo de alegrìa y paz. Me detengo ante alguna imagen y contemplo como la luz limpia y más suave que una bendición platea el local por los ventanales cercanos a través de sus vidrieras, comprender momentos de paz y tranquilidad que se sobreentiende que habla de paz interior.
Me siento gozoso y a salvo de los duros golpes del tiempo y transportado a una paz incomparable. No importa quien ni como eres. Existir es ya bastante. A veces en esa hora estática en que el día se detiene antes de volver que sus pasos al anochecer antes de que el sol transforme a las nubes en presagios de algún cambio de clima que nos muestre la tranquilidad nocturna.
En esos momentos se encuentra una paz profunda que nos invita a disponer momentos de descanso que parece llevar ratos de beneplácito que todos gozamos por su tranquilidad para recuperar energías perdidas. Se encuentra en ello lo le tanto buscamos en otros lugares, la tranquilidad que es la que nos produce la ansiada felicidad de la que pocas veces sabemos apreciar.
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