martes, 25 de enero de 2022

SOMOS AFORTUNADOS EN VIVIR ESTA ÉPOCA.

Debemos reconocer que gracias los avances en la tecnología en años recientes, disponemos de una vida más cómoda que hace sesenta años, ya que la gente ahora gana casi tres veces mas dinero en promedio y con ajuste por la inflación y eso le permite: mejorar su alimentación, con una mejor esperanza de vida, mayor confort a él y sus familiares, así como vacaciones y paseos a discreción.

Algunas personas consideran que tiempos pasados fueron mejores, por la sencillez, tranquilidad. sociabilidad y espiritualidad que se sentía en el ambiente y que ahora nada de eso existe. Las clases acomodadas han mejorado también su tren de vida y aun las clases más modestas les va aun mejor. Entre los años 1980 y 2000, las clases medias bajas pudieron duplicar su consumo. La ONU, calcula que la pobreza se redujo más en los últimos 50 años que en los 500 anteriores.

Los habitantes de las ciudades ocupan menos espacio, consumen menos energía y tienen menos impacto en los ecosistemas que la gente del campo. Las ciudades del mundo hoy albergan a mas de la mitad de la población humana, pero ocupan menos del tres por ciento de la superficie terrestre. Aunque la población mundial aumenta, la tasa de crecimiento  lleva 50 años en descenso.

La generación actual es la más afortunada, ha disfrutad de una mejor tranquilidad, libertad, tiempo de ocio, mejores técnicas de educación media y superior, atención médica, así como mejores posibilidades de viajar que cualquiera otra a lo largo de la historia, Pese a ello sucumbe al pesimismo a la menor provocación.

Las grandes investigación e ideas siguen llegando. Cuando más prosperamos, tanto más podemos mejorara, cuanto más inventamos, más invenciones se hacen posibles. El mundo de los trabajos suele estar sujeto a ala ley de los rendimientos decrecientes, el campo de las ideas no: el intercambio de ideas que aumenta todo el tiempo, produce el incremento constante de la tasa de innovación en el mundo moderno. Ni siquiera existe la posibilidad teórica de agotar nuestro suministro de ideas, descubrimientos e invenciones.

Las tormentas en el mundo no están empeorando, en efecto aunque en el ultimo siglo hubo un leve calentamiento climático en el planeta, la incidencia de huracanes y ciclones disminuyó. Desde décadas anteriores, la tasa anual mundial de muertes por desastres naturales relacionados con fenómenos meteorológicos.     

Los optimistas tienen razón ya que durante 200 años los pesimistas han acaparado los titulares de los diarios, pero los optimistas han tenido la razón muchas veces que ellos. Hay grandes intereses en el pesimismo. Ninguna institución altruista  ha recaudado dinero afirmando que las cosas van a mejorar. Ningún periódico ha escrito un peritaje de primera plana que anuncie que el desastre es poco probable. Los grupos de presión y sus clientes en los medios informativos buscan en las estadísticas, atisbos de desesperanza.

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