EL POETA QUE SEDUJO A MAYORÍAS.

 

Recuerdo hace varios años que transitaba por el centro de la Ciudad de México y vi una serie de gentes que se agolpaban en la plazuela frente al Palacio de las Bellas Artes, correspondía a la estancia en su interior, del poeta uruguayo Mario Benedetti que se encontraba de visita en nuestro País.

 Benedetti apostó por las mayorías y éstas le retribuyeron con un fervor que desbordaba los espacios donde se presentaba. Cuando leí la reseña de su estancia en México me enteré que había sido la presencia del poeta y el cupo del Teatro fue muy limitado y no cabía la gente, por lo que hubo quienes dieron un pequeño portazo, porque una vez adentro se acomodaron callados y en cuanto Benedetti recitó, el silencio fue total.

 Fue impresionante ver como predominó el grupo de jóvenes en la sala y cuando se inició el acto, comenzaron a corear con porras y aplausos y Benedetti estaba impactado por el recibimiento. Al coctel posterior en la terraza prevista para invitados especiales para acercarse al escritor a saludarlo.

 Las letras del uruguayo, quien en estas fechas estaría cumpliendo 100 años, logran referirse al lector a escribir para el “próximo prójimo” para todas esas mayorías que hoy consultan su obra, incluso para descifrar, afrontar o aliviar la pandemia del Covid 19. El éxito en su tiempo tiene que ver mucho con el engarce entre el creador y su contexto.

 Lejos del “torremarfilismo”, responde la académica de la Universidad de Alicante, institución a la que Benedetti cedió su biblioteca completa en España cuando se exilió en Madrid.

 Debe hacerse hincapié en solo una faceta de su vida, eclipsa al Benedetti cuentista por ejemplo, como un narrador excepcional de cuentos, también de novelas y de ensayo. Fue considerado como un escritor comprometido con movimientos de izquierda latinoamericanos del final del siglo pasado, defensor de la democracia y opositor de las dictaduras.

 La primera novela que escribió para adultos es “La Tregua”, la gente no lectora se engancha y se emociona y a partir de ahí se convierte en lector. Benedetti es una gran figura para introducir a la mayoría de la gente a la lectura.