martes, 26 de septiembre de 2017

TEMBLOR Y LLANTO

Temblor en la Ciudad de México
Todos esos rumores se acabaron con el sismo el martes 19, pudo haber sido tan desastroso como el del 19 de septiembre de l985, aunque menos dañino. Su secuela es tremenda de pérdidas y dolor ante las cuales, como mexicanos debemos sacar lo mejor de nosotros para cubrir con el manto protector de nuestra solidaridad y caridad a las víctimas de estos acontecimientos.

Poco hemos aprendido de anteriores tragedias y tal vez seguiremos por ejemplo, construyendo en forma alocada edificios elevados y luego éstos ceden y caen las construcciones. El mal trato que hemos dado a la madre tierra a la que le faltamos el respeto con la contaminación, detonando artefactos nucleares, perforando pozos petroleros hasta lo más profundo y arrojando desechos tóxicos en cualquier bordo, y llenando los mares de basura de varias clases y tantas otras faltas que cometemos en forma discriminada.

Existe algo que verdaderamente marca la diferencia entre 1985 y 2017,  es la tecnología que está prácticamente al servicio de cualquier persona y en estos casos pudo salvar vidas, cuando bajo los escombros los afectados pudieron comunicarse al exterior para mencionar en qué lugar se encontraban momentos antes y pudieron ser rescatados.


México sigue en pie, y cuando tengamos alguna duda sobre lo que ocurrirá en lo futuro, recordemos solamente la labor que realizaron los voluntarios, los rescatistas, los jóvenes y el interés de varias organizaciones que apoyaron en todo momento a los caídos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario