El Director Kari Louhivuori bromea con los niños. |
Finlandia
ha respondido en la última década con sus 62.000 educadores profesionales que
se seleccionan entre el 10% de graduados más sobresalientes del país para
obtener una maestría en pedagogía. Muchas escuelas son pequeñas para que los
maestros conozcan a cada uno de sus alumnos y si algún método les falla
consultan a sus colegas para intentar algo distinto.
La
transformación del sistema educativo empezó hace unos 40 años pero los
educadores no se percataron que fuera tan exitosa hasta el año 2000 cuando los
resultados del “Programa de Evaluación
Internacional de Estudiantes” PISA, que es un examen estandarizado que se
aplica a alumnos de 15 años en más de 40 lugares del mundo, dieron como
resultado que los finlandeses eran los mejore lectores del mundo.
Tres
años después llevaban la delantera en matemáticas, y en 2006 Finlandia ocupaba
el primer lugar en ciencias y se observó que no existen exámenes estandarizados
obligatorios, a excepción uno que se aplica al final del último grado de
bachillerato y no hay clasificaciones ni comparaciones entre alumnos, escuelas
o regiones.
Se
considera que cada escuela tiene las mismas metas nacionales y dispone de la
misma fuente de educadores con capacitación universitaria. Con esos antecedentes
un niño finlandés dispone de las mismas posibilidades de recibir la misma
educación de calidad, sin importar el lugar donde resida. Las diferencias en
conocimientos entre los mejores estudiantes y los menos aplicados son las más
pequeñas del mundo.
Con
esos antecedentes logran que el 95 % de los finlandeses se gradúan del
bachillerato o de una escuela vocacional, 19 más que la tasa de Estados Unidos,
21 más que la de Suecia y 14 más que la de Italia. Además se considera que Finlandia gasta cerca de 30
% menos por alumno que Estados Unidos y el 66 % de los alumnos continúa con la
educación superior que representa la tasa más alta de la Unión Europea.
Los
niños de primer grado toman clases de música, arte, deportes, religión y
manualidades textiles. El idioma inglés empieza en el tercer grado y el sueco
en el séptimo, pero los alumnos pueden comenzar con el cuarto grado si lo
desean. Cuando llegan al quinto grado, estudian biología, geografía, historia,
física y química.
Muchos
críticos del sistema PISA en Alemania y el Reino Unido, argumentan que el éxito
de Finlandia se debe a factores sociales y demográficos, por la homogeneidad
social, la baja tasa de inmigración y la poca densidad poblacional, lo cual se
refleja en grupos pequeños
Lo
cierto es que la enseñanza en las escuelas finlandesas se organizó a través de
un sistema donde aportaron ideas Maestros y Maestras de todo el país, para un
plan de estudios nacional. A medida que las escuelas integrales mejoraban,
también lo hacían las de secundaria y bachillerato. En 2010 unos 6.600
solicitantes compitieron por 660 vacantes de capacitación para educación
primaria. Sus resultados continúan siendo los más sobresalientes en la
enseñanza y el aprovechamiento de sus alumnos.
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