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| Biblioteca Digital. |
He
tenido oportunidad de utilizar los avances electrónicos para lectura de libros
y no escatimo la facilidad de disponer de una biblioteca virtual que me permite
una lectura inmediata y placentera, así como de instalar en mi lector tácito,
una modesta biblioteca y condensada en la superficie plana de mi lector
electrónico, que considero que no significan lo mismo ya que cuando he
necesitado hacer alguna consulta, he recurrido a mis tradicionales libros que
en ocasiones guardan mis notas escritas.
Sin
embargo en la intimidad de mis tradicionales libros descubro un lenguaje
entrañable y me da la impresión de abrazar y ser abrazado por la intensidad de
ese hechizo que me produce el
reencuentro de un viejo amigo. Sobre todo cuando se trata de mis libros de consulta
con quienes hipotéticamente hablo el mismo idioma.
Recuerdo
que hace algunos años tuve oportunidad de leer que un cortocircuito ocasionó un
incendio que destruyó una parte de la biblioteca del escritor Octavio Paz quien
no pudo soportar la depresión ocasionada por ese siniestro, ya que al mismo
tiempo que perecieron sus libros, sintió la insustituible experiencia de
haberlos leído.
Además
debo tomar en cuenta la edad de mis libros y sus autores que junto con la mía,
son causales de que cuando consulto un libro tiene a bien decirme otra cosa, ya
que los libros en sí, no son solo las hojas escritas, revelan momentos privados
de comunión con ellas.
Cuando
alguna persona me comenta que no tiene el hábito de la lectura motivado por sus
múltiples ocupaciones, le creo muy poco debido a que sí puede pasar un par de
horas mínimo al frente de un televisor. Está probado que el lector medio puede
leer 250 palabras por minuto, lo que en el lapso de una semana o un mes y con
un poco de interés, puede inducirse a la lectura qué mejor provecho le puede
ocasionar.
Una
semana o un mes ya representa mucho espacio de acceso a la información para los
tiempos actuales, que se puede solucionar con un simple teclazo. Esa
información no es conocimiento. El hábito de la lectura te permite vivir mejor
toda la vida, su contenido alimenta el alma y la recompensa es la lectura de un
buen libro. Hay que leer con gusto y dejar que ese libro te conduzca a
consultar otros que resultarán tan interesantes como el anterior y casi siempre
es así.
Los libros te conducen a varios espacios, te
hacen viajar a lugares desconocidos y te transmiten conocimientos de la
historia y algunos fragmentos destacados de personajes importantes, sobre todo
cuando te aficionas a leer biografías de grandes hombres y mujeres. Los libros
de superación son ejemplos vivientes de hechos únicos, nos muestran que existen
caminos que se pueden transitar libremente porque otras personas los han
recorrido y nos dan fortaleza para conseguir lo que muchas veces parece
imposible.
Es
muy posible que tú te has acostumbrado a utilizar lectores electrónicos, lo
cual no es malo y es muy positivo que lo hagas; o bien leas en libros impresos
por tener una costumbre muy aferrada; o bien lo hagas como yo que utilizo las
dos formas de lectura, en esos casos no importa el medio, hay que leer para
vivir mejor, leer durante toda la vida porque proporciona alimento para el
espíritu y no hay mejor tiempo que el invertido en la lectura de un buen libro.
A
donde quiera que vayas lleva un libro. “Nunca
estarás solo con un poeta en el bolsillo”. (dice un consejo antiguo).
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