miércoles, 14 de septiembre de 2016

LA SAGRADA INSTITUCIÓN. LA FAMILIA.

Reuniones Familiares.
En últimas fechas se han escuchado muchas inconformidades sobre un tema que para mí representa una sagrada institución que es la familia. Cuando somos pequeños y lo primero que conocemos son las personas que nos rodean y que generalmente son nuestros padres y hermanos y más adelante cuando pasa el tiempo nos damos cuenta que ese grupo corresponde a una familia a la cual pertenecemos por el simple hecho de formar parte de ella.

Mi formación fue en el seno de esa familia y en ella aprendí todo lo que ahora aplico en la vida real; por eso me llama la atención el que en estos últimos días existen muchas inconformidades de diversos grupos que han surgido por la diferencia que existe entre usos y costumbres en la integración de sus familias, siendo que eso es una decisión de cada pareja para conseguir mejores relaciones entre sí.

Por lo que me he enterado ahora existe un Frente Nacional de la familia que promueve la defensa de los valores familiares, que se origina en el derecho de las familias, para que sus hijos reciban una educación que los haga mejores personas. Yo considero que la integración de las familias han cambiado mucho de las que yo conocí hace muchos años con las que existen actualmente. La familia tradicional integrada por padre, madre e hijos ha pasado a convivir con muchas otras personas y por lo mismo la situación del matrimonio ha cambiado en cuanto a su tradición.

Ahora observamos que cada pareja es un mundo diferente, algunos prefieren vivir en unión libre, otros  pocos se comprometen en forma tradicional, otros más son matrimonios sin hijos que antes fueron pocos casos, la mayoría de parejas tienen uno o dos hijos. Considero que en todos los casos sin amor, la familia no es posible.

Muchos de nuestros problemas y desdichas proceden de no saber relacionarnos con las personas con las que compartimos techo. En estos casos se forma un lazo muy fuerte entre los miembros de una familia que viven muchos años juntos. Recuerdo a mis hermanos con los que dejé de vivir hace muchos años pero pasamos muchos años juntos y nunca se rompió ese lazo de amor que permanecerá latente siempre.

Sin amor la familia no puede permanecer unida y por lo mismo considero más difícil que permanezca unida por caprichos o disposiciones que instituya la autoridad.




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