COMENCEMOS EL NUEVO AÑO 2016.

Un mar de ilusiones.

Después de tantas fiestas, vacaciones, posadas, cenas y algunos kilos de más, por fin hemos vuelto a la realidad y a la rutina que implica tomar todas las labores y responsabilidades a que estamos acostumbrados o sea iniciar las rutinas, después de haber gozado el mes de diciembre como el más bonito y diferente del año.

Comencemos el nuevo año que ahora nos recibe con temperaturas más frías que se presta a toda clase de resfriados, informándonos de las noticias que no son nada halagadoras según nos informan los noticieros como es el caso de la devaluación del peso mexicano, la baja de precio del barril de petróleo, la situación económica de China que repercutió en nuestros mercados con la baja de valores y tantas otras noticias nada agradables que ya nos tienen “enchapados” y que nos roban la tranquilidad.

Es importante cerrar ese capítulo y en tu caso abrir una nueva etapa de un capítulo de tu vida a la espera de ser escrito, nuevas preguntas que plantear, comprender y realizar. Respuestas por descubrir que luego serán vividas en este año de transformación colmado de gozos y revelaciones acerca de ti mismo (a).

 Hoy procura hacer un alto y resérvate un espacio de tranquilidad para que los sueños traigan un espacio de tranquilidad en tu mundo para responder la siguiente pregunta: ¿Qué esperas del futuro al reflexionar sobre los años pasados? A medida de que te adueñes de tu  propia dicha, aprenderás a realizar los viejos anhelos incubados en tu corazón.

Procura este año en vez de escribir buenos propósitos, trata de recordar y escribir tus afanes más recónditos que siempre has guardado en el cajón de los “pendientes” y escribe tus pretensiones porque ya ha llegado el momento de realizarlos. Ten confianza que ahora es el momento y confía en que las respuestas llegarán oportunamente y tendrás oportunidad de realizarlas en la forma más conveniente.

Procura tener un brote de confianza y confía en este maravilloso año que será el decisivo para confiar en ti mismo (a) que pronto tendrás la visita del sembrador de sueños que ha esperado solamente que le hagas una petición para que contribuya a hacer realidad todos tus sueños. Te deseo la mejor de las suertes y que pronto puedas conseguir todas tus ilusiones.