jueves, 11 de septiembre de 2014

¡FELICES SUEÑOS!

Se sabe que una persona que vive 90 años habrá pasado 37.5 años durmiendo y habrán ocurrido muchos cambios imprescindibles para lograr un buen sueño y haya tenido un buen funcionamiento durante el día, aunque parece una contradicción porque dormir nos permite estar despiertos y estamos despiertos para poder dormir bien por la noche.

En cambio, se conoce también que es indispensable dormir bien para gozar durante el día de una buena calidad de vida, porque pasar una mala noche de sueño nos hace pasar un día fatigados, poco concentrados y de mal humor y en cambio un buen descanso se logra cuando las neuronas dejan de transmitir información para permitir que el sueño que se origina en las estructuras profundas del cerebro puedan aparecer, para lograrlo es necesario disponer de una relajación física, hasta lograr una total inmovilidad del cuerpo.

Se puede considerar que todos debemos dormir el tiempo suficiente para poder reponer energías, porque está demostrado científicamente por expertos que se dedican a investigar el sueño, que una persona que no durmiera nada, moriría en un plazo no superior a siete días y por este motivo el dormir poco tiempo o la mala calidad del sueño, puede causar graves trastornos en la salud de la persona. La somnolencia en momentos inadecuados es la señal de que el sueño nocturno es de mala calidad. La persona con sueño durante el día, es probable que durmió pocas horas o que durante la noche haya tenido un sueño muy superficial.

Dormir bien debe ser considerada como una actividad que se realiza a diario y por lo mismo necesita cubrir determinadas rutinas. Repetir cada día determinadas acciones nos prepara para pasar de la vigilia al estado de somnolencia sin que nos percatemos de ello. ¿Te has dado cuenta de las rutinas que realizas habitualmente antes de acostarte; de no hacerlo es posible que sientas cierta incomodidad que te dificulte dormir, ya que el cuerpo se habitúa a ciertas acciones que son los pasos previos para entrar al sueño por decir algunos como leer, ver noticieros, escuchar radio, ver televisión poco antes de cerrar los ojos.

En cuanto a las posiciones para dormir las más comunes pueden ser dormir recostados sobre el lado izquierdo y la otra posibilidad es dormir recostado sobre el lado derecho. Cualquiera de estas dos formas son las más recomendables tanto para adultos como para bebés. Nuestro cuerpo es demasiado sabio para acomodarse a la posición más adecuada en el transcurso de toda la noche. Disponemos de ligero despertares inconscientes que se producen durante la noche y nos sirven para cambiar de posición. Estos movimientos impiden que por la mañana despertemos con molestias dolorosas o contracturas que es lo que pasaría si llegáramos a dormir en una sola posición.

Estos breves despertares durante el sueño, pueden ser de seis a ocho segundos, con una duración de no más de 30 en el caso de niños y adultos. En el caso de las personas mayores la duración puede extenderse entre dos y cinco minutos que pueden considerarse normales en lo que nos acomodamos en una posición más cómoda, o simplemente nos cubrimos con alguna manta si tenemos frío.

Se considera que no existe un parámetro en cuanto al tiempo para dormir cada noche, porque las horas para dormir las determina cada quien en lo particular. Pueden influir otros factores como la edad hasta los genes, aunque se desconoce la exigencia de sueño que tiene el organismo, se considera que los lactantes pueden necesitar dormir de 11 a 12 horas; un niño de 9 a 10 horas; un adolescente de 8 a 9 horas; un adulto de 7 a 8 horas; y las personas mayores de 70 años de 5 a 6 horas cada noche.

Por lo tanto te deseo: “Felices Sueños”


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