Algo que hace muy emocionante un viaje es la anticipación que le precede. Los expertos dicen que tal vez tengan razón. Imaginar situaciones buenas para el futuro, nos hace sentir mejor en el momento, puede aumentar la motivación, la paciencia, el optimismo y reducir la irritabilidad. Por supuesto que no podemos reservar u vuelo cada vez que necesitemos un poco de ánimo, pero hay formas de aprovechar e incorporar el poder de la anticipación en la vida cotidiana.
Anticipar una serie de pequeñas y agradables experiencias, puede ser tan grato como esperar un gran evento. La acumulación de estas mini emociones, significa que cosecharás los mismos beneficios que esperar algo aun cuando no sea una recompensa. Además con los detalles más inmediatos hay una certeza de que se volverán una realidad.
Aunque es divertido soñar despierto con el porvenir, los pasos a seguir para llegar pueden ser intimidantes, así que empieza por definir lo que más valoras de la vida, para generar anticipación por las vacaciones. La otra cara de la anticipación positiva es la ansiedad anticipada. La ansiedad y el apresuramiento son emociones hermanas. Lo importante es que organices tus vacaciones en forma ordenada con la finalidad es que organices debidamente y a tu gusto, estas fechas que son tan esperadas.
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