viernes, 11 de mayo de 2018

CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LAS MADRES.

Altar de la Capilla.

El día 10 de Mayo es la fecha en que en nuestro País se celebra el día de las Madres, habiendo sido  esa fecha en 1922 cuando por primera vez se instituyó oficialmente el rendirle homenaje a todas las madres mexicanas, promovido por el periodista Rafael Alducín. A partir de ese año, se consideró una fecha que no puede pasar desapercibida esa celebración en México.

Yo supongo que cada uno de nosotros desde niños, tenemos un recuerdo latente de nuestra Madre que  nos sirvió de guía para muchas cosas que recordamos con mucho cariño y es la razón por la que siempre tratamos de halagarla con un pequeño regalo como pudo haber sido un ramo de flores, una caja de chocolates, algún pequeño presente que pudo haber sido un  electrodoméstico como reconocimiento a la jefa de la casa.

 Cosas gratas nos dejó el recuerdo de la madre ya ausente que siempre la recordamos y no solamente en esta fecha de celebración. Para las personas que tienen el privilegio de conservarla, deben apreciar el tesoro de que disponen.

En mi caso mi familia y yo tuvimos oportunidad de celebrar esta fecha, en la Casa Hogar “Matías Romero”, donde se celebró en su domicilio y en la capilla de ese lugar, una misa homenaje a las 11.30 Hs de la mañana en honor de todas las madres residentes en ese lugar que son más de 40 personas, quienes se sintieron muy complacidas y fueron acompañadas por sus familiares quienes en todo momento estuvieron con ellos.

Nosotros somos benefactores de esa institución y mi esposa goza del cariño y la amistad de muchas de sus “amiguitas” que con frecuencia preguntan por ella y se encuentran complacidas con su amistad, por lo que le dedican muchas atenciones cuando las visita.

Después de la celebración de la misa pasamos todos al comedor que está recientemente inaugurado para el servicio de residentes de la Casa Hogar “Matías Romero”, donde ya nos esperaba un conjunto musical de teclado y violín que amenizó la fiesta al ir interpretando sus melodías de antaño en todas las mesas, ante una concurrencia de cincuenta comensales que disfrutamos todos juntos ese momento agradable  durante toda la tarde.

En esa comida estuve acompañado de mi esposa en una mesa, en compañía de mi hijo Daniel y su amigo Eduardo, gozamos de la variedad de platillos servidos, acompañados del grupo musical, regalos a todas las madres y todos en conjunto pasamos una tarde maravillosa.




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