He
escuchado tantos comentarios de la película “La Forma del agua” que me llamó la atención informarme un poco más
acerca de ella y veo que todos son elogios y comentarios positivos de ella en
Estados Unidos, en Europa y en México y en otros lugares.
Aclaro
que no he visto la película por diferentes razones que no viene al caso mencionar,
pero reconozco que el creador de mundos mágicos y trabajador incansable el
mexicano Guillermo del Toro es un hombre exitoso que conmueve con su premiada
cinta a todo el mundo cinéfilo con su creación.
Desde
muy pequeño el cineasta fue formándose con la mitología de su mundo, porque se
conoce desde muy pequeñito, disponía del don de sueños y pesadillas muy
lúcidos, donde podía observar la gran dimensión del mar que se movía a su ritmo
y siempre con el mejor deseo de poder tenerlo a su alcance, a pesar de su corta
edad.
Contado
por él mismo decía que había una cantidad de monstruos en su closet y que en
algún momento hizo un pacto con ellos y les decía: si me dejan ir al baño me
haré su amigo y que desde esas fechas se convirtió en su amigo y desde esos
momentos, los monstruos se convirtieron en sus amigos. De allí que Guillermo
del Toro comenta que vivía en dos casas, la de sus padres y la otra donde
compartía con sus monstruos.
Por
costumbre y desde la cuna cuando dormía gritaba y su analista comentó que esa
conducta le creó una especie de “Síndrome
de Estocolmo”. Este comentario lo hizo públicamente en Lyon. Además de ser
amante de seres que habitan en un mundo mágico, se consideran como trabajadores
incansables.
La
película ha obtenido varios premios, entre ellos El Globo de Oro, Premios Bafta, Critics Choice en California, El León
de Oro y candidata al Oscar en 13 categorías, entre ellas como la mejor
película y también como el mejor director.
El tema principal de la película se trata de
un monstruo capaz de sentir ternura, amor y compasión por Elisa que es la
actriz principal, quien es una persona muda y trabaja como afanadora en un
laboratorio, quien expresa “El me ve y no le doy pena por ser incompleta”.
Actúa en sus labores propias diariamente y piensa en el ser extraño, quien le
parece el más humano de todos los personajes.
Sobresale
en la película de Del Toro: la actuación, el guion, la trama, el vestuario, los
diálogos, la fotografía, la interpretación que da al trato del sexo, la maldad,
la bondad propia de los años sesenta cuando fue la época de la Guerra Fría en
los Estados Unidos. “Hablar de hacer América grande de nuevo, es como regresar
a esa época. Racismo, clasismo. Nos enfrentamos a los mismos problemas” comentó
Del Toro en Venecia.
La
mención la hago por tratarse de un mexicano destacado que ha desarrollado una
gran labor en el extranjero y puesto en alto el nombre de nuestro país en el
mundo cinematográfico. Sobre todo en estos momentos en que nuestro país cruza
por diferentes senderos de desprestigio.
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