Cada vez
nos enteramos por la mañana en los
medios de información, de las desagradables noticias de actividades tan
violentas que ocurren en nuestro país, hay señales que marcan un aumento de la
violencia que hasta hemos perdido la capacidad de asombro ante el creciente
número de agresiones y corrupción en diferentes Estados del país y en nuestra
misma Ciudad de México.
También
observamos que existen naciones donde es preocupante la posición del poder que
ostentan sus representantes, como es el caso de Estados Unidos y Corea del
Norte donde con frecuencia se mandan mensajes agresivos donde se lanzan misiles
intercontinentales en prueba de fuerza y
lo único que tratan es mostrar su poder y es claro considerar que la violencia
no la generan individuos aislados, sino todo un espacio emocional de atención,
que muestra la postura de sus mandatarios.
Por los
periódicos me enteré que de acuerdo al principio “Collins” “La violencia no la general individuos aislados, sino todo un espacio
emocional de atención” ¿Cuál es el mecanismo para multiplicar o disminuir
la violencia? ¿Existe?
En
nuestro país se observa que la violencia es creciente, cada vez va en aumento
la violencia y en ocasiones con mayor crudeza como es el caso de eliminación de
familias donde resultan afectados los menores de edad que nada tienen que ver
con la violencia existente. En estas condiciones se observa que la impunidad es
latente, al grado que las tragedias ocurren sin temor a que ocurra algún
castigo por tan graves cargos.
En estos
casos es muy aventurado hablar si el castigo está sirviendo para conseguir la
readaptación social, si ante todos estos casos se conoce como respuesta, que no pasa nada, porque
todas esas faltas no se investigan y por lo general no es necesario hacer una
investigación para saber cuál será la respuesta.
Vale la
pena mencionar al médico investigador Gary Slutkin que durante su internado de
10 años en África y mediante su estudio combate a las epidemias de:
tuberculosis, cólera y sida, demostró que el mecanismo de las epidemias existe
un contagio de enfermedades, a lo que él llamó “contagio de la violencia”, cuyo mal observó un tema de salud
pública, más que de seguridad.
Nos
hemos enterado de los diferentes casos de violencia ocurridos en Guerrero,
Michoacán, Tamaulipas, Oaxaca, Chiapas y otros puntos de violencia frecuente
que no nos hemos enterado, donde se observa que la gente está enferma de
violencia y todos estos síntomas de asesinatos, robos, corrupción y otros males los estamos
considerando como falta de seguridad y por los síntomas, deben ser considerados
de salud pública y como tales deben ser tratados como una enfermedad, donde la
ciencia ya ha sido probado un tratamiento efectivo.
Por esa
razón se le ha dado el nombre de violencia y al asignar castigos y sanciones
para conseguir la readaptación social y por lo mismo es querer darle respuesta
con la solución equivocada. Esto quiere decir que consideramos a individuos
violentos, y en realidad lo que hay son sociedades violentas y alteradas, por
lo que estos fenómenos de elogio del crimen en México, corresponden a una
epidemia que es necesario atender.
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