Tuve
oportunidad de celebrar mi cumpleaños la semana pasada y haber sido felicitado
por familiares y amigos que me quieren bien y a quienes también yo quiero
mucho. Por la mañana tuve oportunidad de acudir a un desayuno con mi grupo de
amigos que tenemos más de veinte años de hacerlo cada día viernes, donde fui
felicitado, apagué las velitas de un pastel que nos otorgó el restaurant al que
acudimos, haciendo gala de varios recuerdos y pláticas de reuniones anteriores.
Durante
la mañana recibí varias llamadas de felicitación de mis hijos Daniel y Rafael,
así como Aida y mi único nieto Alex que ya se encuentra de vacaciones en el
Tec. de Monterrey. Así mismo felicitación de mi hermana quien radica con su
familia en Veracruz, (mis otros tres hermanos ya no están entre nosotros), de
familiares muy cercanos a quienes les agradezco su llamado, varios amigos muy
queridos de hace muchos años, así como diversos sobrinos que me han seguido de
cerca y a quienes quiero mucho.
A
estas fechas ya no me aficiono tanto por grandes fiestas de celebración, deseo que el día en que se inició mi vida sea
distinto de los demás, por lo que he creado mi propio ritual de cumpleaños para
que el Universo me ayude a conmemorar estas fechas que está transcurriendo y al
mismo tiempo, pido iluminación para el siguiente año.
Siempre
he considerado que la edad calendario
es diferente a la edad biológica o
sea la edad que mi corazón siente y mi cerebro me ayuda a organizar lo que hago
y además dispongo de la calma suficiente para seguir elaborando proyectos que
con el tiempo se han convertido en realidad. Considero que un simple número no
dice mi edad, sino que valoro los éxitos obtenidos y las experiencias vividas
que es de lo que dispongo y la fortaleza necesaria para vivir sin miedos y con
mucha seguridad de lo que hago y pienso.
Solamente
necesito unas cuantas horas de intimidad para recordar y honrar la santidad de
los cambios profundos que se han producido en mi vida. Los cumpleaños son
momentos de recogimiento personal, momentos importantes para mí, crecer positivamente y alcanzar la
autenticidad.
Todos
los cumpleaños son un objetivo y no sólo los que se corresponden con el principio
de un nuevo año que trae consigo trescientos sesenta y cinco lecciones que son
experiencias en mi vida real. No me hago más viejo cada día, sino crezco al
cumplir un nuevo año y ese acontecimiento es algo que merece celebrarse con
gratitud para seguir disfrutando de la vida y aprovechar todas las
oportunidades que me da cada día.
¡Feliz cumpleaños! a todos los que celebren
un año más el día de hoy.
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