El
Alma. Creada el sexto día. El día de Todos Santos es una grandiosa forma de
darnos cuenta de la forma en que hemos cuidado de nuestra alma, el grado de
hospitalidad que le hemos ofrecido en nuestra vida cotidiana y la calidad de su
visita que hemos recibido hasta este momento, con el fin de acercarnos a las
profundidades que conforman sus dominios.
Es a
través de los pequeños detalles de nuestra vida cotidiana cuando hacemos todo
lo que nuestra alma necesita para encontrarse a gusto. Nuestras actividades cotidianas
que tienen una finalidad y se consideran sensibles a nuestro entorno, nos
muestran todo lo que conforma nuestro
hogar, nuestras labores cotidianas y es una forma de aplicar el cuidado que
damos a nuestra alma.
Es
evidente que el Gran Creador no pretendió que comprendiéramos la esencia de
nuestra alma, es la razón por la que hemos sido creados para amar y cuidar a
esta amada presencia que llevamos dentro. El psicoterapeuta y escritor Thomas
Moore considera esta profunda atención que dedicamos a las necesidades
auténticas que residen en nuestro interior como el hecho de “cuidar el alma”.
Después
de que fuera creado todo: el aire, el fuego y el agua, después de que
aparecieran el cielo el sol y la luna. Después de que el Universo comenzara a
girar. Después de que fuera conectado su poder y su energía y el Gran Creador
declarara que todo estaba bien, fue el momento adecuado para crear el alma, que
fue enviada al mundo mediante el aliento divino.
Ésa
es la historia, es un misterio que todos llevamos siglos sin poder descifrar;
pero ni siquiera la razón, el intelecto, la imaginación, la pasión o la
oración, son capaces de revelar la naturaleza mística de nuestras almas y mucho
menos comprenderla. Dar alas a tu fantasía, rezar lo que sea si así lo
acostumbras, no tienes más que sugerirle, “Quédate
conmigo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario