Órgano Metropolitano de la Ciudad de México. |
La
semana pasada hice mención en esta columna sobre el deceso del músico Felipe
Ramírez el 14 de mayo próximo pasado en la Fundación
Matias Romero Casa Hogar para ancianos, la que consideró últimamente como
su casa y sus compañeros de residencia como su familia, para quienes tuvo sus
mejores expresiones y donde tuvo oportunidad de hacer buenos amigos, con los
que compartió los últimos meses de su vida.
El
maestro Felipe Ramírez fue originario de Santiago de Queretaro México, donde
hizo sus primeros estudios de música en
la Escuela Diocesana de Música Sacra, donde obtuvo el título de Organista y
cantor de primer grado de la que posteriormente fue nombrado organista titular
en la catedral de su Queretaro.
En
1959 tuvo la oportunidad de haber sido seleccionado para obtener la beca de la
Diócesis de Queretaro, para seguir cursando sus estudios en la Escuela Superior
de Música de Regensburg (Ratibona) en la entonces República Federal de Alemania,
donde se graduó en canto gregoriano, órgano y composición con un trabajo sobre
la misa Sydus ex claro de Orlando di Lasso.
Durante
su estancia en Europa fue organista del templo St. George Schwabelweiss, donde
ofreció varios conciertos en su calidad
de organista y tuvo la oportunidad de participar como acompañante oficial del
Coro de la Escuela de Regensburg, y obtuvo un diploma de Improvisación al Órgano en el curso internacional de Verano en Haarlem
Holanda.
Finalizada
su gira por varias ciudades de Europa, se regresó a México en el año 1964,
habiéndose incorporado en su ciudad natal como Maestro de música sacra, así
como también profesor de música sacra de la Escuela de Música de la Universidad
Autónoma de Queretaro, habiendo participado en varios eventos como fue el caso
de promotor de la Semana nacional del órgano.
Posteriormente
en 1969 obtuvo por oposición, la titularidad del órgano del templo de Santo Domingo
de Guzmán en la ciudad de México, habiendo iniciado además, una intensa labor
de difusión de música para órgano. Así mismo inició la restauración de los
órganos monumentales de las Catedrales de Puebla y México, participando en los
conciertos que fueron organizados para la reinauguración de los mismos en sus
respectivas ciudades.
En
el año 1972 ingresó como catedrático en el Conservatorio Nacional de Música y
en 1978 inició su trabajo de investigación sobre música virreinal en el Centro
Nacional de Investigación, documentación e información musical “Carlos Chávez”
en la investigación sobre música virreinal, habiendo realizado la investigación
de diferentes trabajos de música de órgano para la fonoteca del CENIDIM.
Finalmente en el año 1982 Don Felipe Ramírez fue nombrado el Organista titular
de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
Descanse
en paz Don Felipe Ramírez Ramírez que terminó sus días con sus compañeros
residentes en la Fundación “Matias Romero” a quienes consideró como parte de su
familia.