En
días pasados y en un Diario nacional, me enteré de una noticia que me llamó la
atención: Un ex secretario de estado que criticó severamente la actuación de su
ex jefe (un ex presidente
de nuestro país) lo cual me
pareció bastante extraña su actuación desde mi punto de vista, por la amistad y
confianza que le brindó al confiar en él como persona honesta y amigo sincero y
finalmente le demostró una ingratitud que no se justifica en ninguna forma, aun
teniendo motivos para hacerlo, debido a que yo considero que la lealtad es una virtud que se lleva en la
conciencia y que aun en circunstancias cambiantes, se trata de un compromiso
moral que se tiene con otras personas, una organización, una empresa y aun con
la misma nacionalidad.
La
lealtad representa algo vital, es una
virtud, una forma de vida. Por principio todo ser humano tiene el deseo y el
instinto de ser leal. Aquella persona que no tuviese algo a lo cual serle leal,
será considerada como una persona infeliz. Está simbolizada en compromisos y
contratos, y está mencionada en el juramento de la ceremonia matrimonial con
estos conceptos “para bien o para
mal, en la riqueza y en la pobreza, en la enfermedad y en la salud”.
La
lealtad en la amistad dispone de
mucha significación, establece que uno no va a desaparecer en el momento en que
los problemas causan trastornos a nuestros amigos. Esto incluye una entrega
mutua y un afecto hacia la persona. Incluye simpatía, ayuda mutua y un gran
afecto de personalidad. No tendrá virtud aquella lealtad que dejemos de sentir
por alguien en el momento que encontremos en él alguna falla.
Ser
leal significa estar involucrado,
participar y pertenecer, es la confirmación de lo que cada uno significa. Aun
en la tribu salvaje y primitiva, se sabe que se es miembro de una comunidad y
que está obligado a servirle y a guardarle lealtad.
Las
personas así como las instituciones, deben merecer lealtad, no pueden esperar y retenerla, a menos de que sean leales
con ellos mismos. Para esto consideramos que los hijos deberían ser leales con
sus padres; y al mismo tiempo consideramos que los padres a su vez, sean leales
con sus hijos, es el caso de las empresas que atienden a su personal y otorgan
ayuda a sus empleados, lo menos que se espera es que exista un deber y
compromiso en el que exista reciprocidad.
Debemos
considerar que ser leal no es ser
servil, sino un trato preferente que distingue a la dignidad humana de una
persona, no importando su nivel social, su rango, su raza o nacionalidad; es
alguien que está dispuesto a cumplir un compromiso de amistad contraído y debe responder
en el momento que se le necesita.
Creo
que estos valores morales actualmente se están extinguiendo debido a que la
gente ahora vive y piensa de acuerdo a sus intereses personales que le pueden
redituar una ayuda a mejorar su vida y su economía, no importando el precio que
deban pagar por ello, con tal de obtener sus objetivos, sin importar ningún
atributo de amistad, aunque una situación de esta naturaleza viole sus
principios y la conducta que se había trazado previamente. Ante todo, debemos
ser leales con nosotros mismos para
esperar lo mismo de otras personas.
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