“Para mi nieto Alex”
Acaba
de celebrarse el “día del padre” que
fue un remedo del día de la madre, porque siempre se me ocurrió que su origen
fue originado por los comerciantes y vendedores que con su estrategia de
reforzar su política de ventas impulsaron esta campaña que diera como respuesta
seguir una estrategia acertada para incremento de sus negocios. Por el motivo
que haya sido, lo cierto es que en esta fecha los restaurantes están llenos de
comensales, la venta de chocolates, dulces y pasteles aumentó y los grandes
almacenes de ropa y novedades, se vieron llenos de clientes ocasionales,
deseosos de conseguir un “regalito para
papá”.
En
mi caso lo celebramos con una comida familiar en casa y de haber recibido
diferentes llamadas y correos de personas muy queridas por mí, y dada mi
calidad de “abuelo”, recibí con alegría una tarjeta de felicitación, escrita
por mi “único nieto” que me agradó leer
entre otras cosas, lo que a continuación comparto con ustedes:
“Muchas gracias
por aguantarme 17 años, se dice fácil, pero soportarme y saberme cuidar y
llevar por el camino correcto es un poco complicado” “Gracias por siempre
cuidarme y preocuparte por mí, eres muy especial para mí”.
Fueron
palabras que me conmovieron mucho, y que trajeron a mi mente varios
pensamientos que estaban guardados en lo más recóndito de mi memoria cuando tenía esa hermosa edad y
convivía como él ahora, con mis padres en esas fechas. La mayoría de nosotros
encuentra difícil y en ocasiones casi imposible, traer recuerdos de
vivencias que abandonamos hace mucho
tiempo cuando adoptamos posesiones de personalidad. Pero lo cierto es que esta
tarjeta tiene que inspirar a cualquiera que la lea, para comprender la
importancia que tiene la remembranza de trozos de una vida.
Yo
recuerdo que siempre he proliferado la idea de que la felicidad se consigue
frecuentemente fijándose en los pequeños detalles que tenemos en nuestra vida,
éste es uno de ellos. La expresión de mi nieto cuando me abrazó me hizo
recordar esa hermosa edad y sobre todo los proyectos por realizar, que pude
haber tenido y la acumulación de ideas en mi formación durante toda la vida.
Cuando
me dio un abrazo de felicitación, pude apreciar la expresión en su rostro y
sentí una fuerza de agradecimiento invisible en la fuerza de la sinceridad de sus
palabras. Si hubiera podido ver en ese momento mi “YO” interno, tal vez habría
observando con agrado la alegría pura, éxtasis y felicidad que viví en ese
momento.
No
tengo idea como mi nieto logró tantas cosas en un solo instante, lo único que
sé con seguridad, es que me conectó con mi propia historia y que atrajo al
presente varios pensamientos que impactaron mi mente, así como mi nivel de
inspiración que me hicieron retomar este tema
como un recuerdo del pasado al que considero remembranza en forma de
pensamientos de una vida que en ese momento cruzaron por mi mente.
Betabel: Te quiero muchísimo. El mejor regalo del Día del Padre.
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