¿NOCTÁMBULO? |
Uno de los mayores placeres que tenemos es dormir bien y pasar una buena noche de sueño reparador. No siempre
descansamos todo lo que desearíamos, ni tampoco lo que nuestro cuerpo necesita
para recuperar energías. El exceso de trabajo y las preocupaciones en una
ciudad tan grande como es la nuestra, han hecho que un 40% de la población de
acuerdo a estadísticas actuales, padecen problemas de sueño.
La
privación de sueño es uno de los padecimientos más grandes que padece nuestra
ciudad capital, porque estamos en un lugar que muchas actividades funcionan las
24 horas del día; así como las diferencias de horarios y las distancias han
dejado de existir, debido al uso del internet y a los diferentes canales de
televisión que funcionan continuamente, lo que produce mayor interés para estar
pendientes de lo que sucede en diferentes lugares y ese es uno de los motivos
por los que mucha gente invierte tiempo en perjuicio de sus horas de sueño.
Así
como el sueño, existen otros factores que directa o indirectamente están
influyendo en nuestro sistema de vida y son los elementos que influyen sobremanera
en nuestros horarios nocturnos, afectando en forma directa al sueño y la
atención que le prestamos puede llegar a ser tan escasa y nula que cada vez el
tiempo no rinde lo suficiente para descansar, por lo que influye en la
afectación que hacemos en perjuicio de nuestro descanso nocturno, ya que esos
factores afectan nuestra vida cotidiana y convivimos con ellos en forma
constante.
Llegada
la noche empezamos a resentir el cansancio y la fatiga de todo un día de
actividad laboral incluyendo traslados por más de doce horas, y como resultado,
nuestro cuerpo siente la necesidad de descansar y se prepara para dormir, pero
ante diversos pendientes acumulados, queremos aprovechar cada minuto del tiempo
que tenemos libre y es el momento que aprovechamos para: ir al teatro, al cine,
atender a nuestros amigos, acudir al gimnasio y al llegar a casa; seguimos
aprovechando el tiempo con la televisión, atendemos responder nuestros correos
electrónicos, redes sociales o chateamos un rato… y todo lo hacemos “robando algunas horas al sueño”. Si
surge alguna aclaración, nos referimos a la atención que debemos dar para
atender nuestra vida social.
Como
todo lo que ocurre en nuestra entorno, no es el caso de privarnos de diversiones
y atención a relaciones sociales y menos aun renunciando a ellas, debemos atender nuestros compromisos,
pero lo importante es organizarnos y poner un poco de orden como ocurre en
todos los casos. Podemos hacerlo todo y cumplir con nuestros compromisos, pero
dando su tiempo a cada actividad, porque al querer cumplir nuestros deseos, es
cuando la mayoría de noctámbulos se carga de una gran tensión que le produce
ansiedad y estrés muy elevados.
Si
a esos pendientes, agregamos aquel trabajo que dejamos pendiente en la oficina,
para terminarlo en casa después de la cena y luego continuar con nuestras
labores impuestas antes de dormir, van pasando las horas, hasta que finalmente
cuando estamos agotados, decidimos por fin acostarnos. A la mañana siguiente
nos despertamos con sueño, con pesadez y con deseos de seguir durmiendo, porque
una gran parte de pendientes los atendimos dentro del horario que correspondía
al sueño.
Ahora
veamos por qué es importante que nos preocupemos por el sueño nocturno
completo, ya que al hacerlo se restauran y recuperan los músculos, disminuyendo
así las tensiones del día. Así mismo con el sueño completo mejora nuestro humor
y renovamos energías que son necesarias para dar un mejor rendimiento durante
el día. El descanso nocturno permite rebajar la tensión y la ansiedad que se
han acumulado durante la jornada diurna de trabajo.
Cuando
el sueño es insuficiente o de mala calidad, las funciones de mejora no se pueden
realizar o se procesan en forma incompleta y esto se refleja cuando nos
levantamos por la mañana y nos sentimos cansados. Nuestro organismo hará notar
la falta de sueño y con el tiempo, aceleraremos el envejecimiento, disminuirá
la libido y hasta nos resultará más difícil bajar de peso en el caso de querer
hacerlo por motivos de obesidad.
Entre
los principales enemigos del sueño podemos considerar: la obesidad, el estrés y el sedentarismo, y se ven estimulados por las
adicciones, como es el café, el té, los refrescos de cola que en forma alterna
con el tabaco y el alcohol, son intermediarios hacia el insomnio, la gastritis
y otros problemas digestivos que mucho daño ocasionan al sueño cuando son
utilizados como estimulantes y bloqueadores del cansancio.
Yo
considero que otro enemigo que podemos considerar, son los distractores que se
nos presentan antes de acostarnos. Con frecuencia escucho a mis amigos decir que
están muy desvelados o cansados por el tiempo que pasaron ante la televisión de
la noche anterior: noticieros, futbol, concursos, películas y tantas otras
cosas menores… robándole valiosas horas
al sueño.
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