Actualmente
estamos viviendo una vida muy acelerada porque la gente sale muy temprano de su
domicilio y regresa al anochecer. En varios casos es debido al incremento de
población, lo que provoca mucha competencia al ocupar un empleo, mayores
distancias de traslado, diversas
ocupaciones y muchas veces mayor esmero en la actividades que desempeñan los
profesionales en su actividad, por lo que hoy en día, millones de hombres y
mujeres tienen dificultades para dormir; o bien, aquellas personas que aun
durmiendo bien, desean mejorar la calidad de sueño o quieren tomar medidas precautorias
ante situaciones o etapas de la vida que pudieran arrebatarles el sueño.
La
mayoría de adultos se han visto en momentos difíciles: sea por causas
personales, estrés, ansiedad, una época de cambios, un nuevo empleo, o causas
ajenas a su voluntad, como ruidos por la calle, ronquidos de la pareja, un bebé
que altera el sueño cada tres horas, y con ello otras alteraciones nocturnas
que reducen las horas de sueño y al despertar por la mañana se levantan
soñolientos, cansados o de malhumor y por lo mismo descansan poco y mal.
Si
a esto agregamos que la gente acostumbra ver mucha televisión la cuota de sueño
se reduce considerablemente. Se calcula que un 40% de la población tiene
dificultad para dormir y a esto agregamos un 25% de personas mayores de 65 años
que padecen el mismo problema en dormir. El padecimiento de un exceso de
actividades es resultado de que la gente disfrute de pocas horas de sueño en
verdad reparador y es por lo que se produce una epidemia de fatiga que se
traduce en infinidad de pequeños y grandes trastornos del sueño. ¿Quién no se
ha pasado una noche sin pegar el ojo?
¿Quién no se ha desvelado por un examen importante a presentar por la mañana?.
Exceptuando los problemas graves del sueño que requieren una atención especial,
muchas soluciones están a nuestro alcance para solucionar e incluso prevenir
los problemas de sueño más habituales.
Es
necesario que recuperes el placer de dormir, de gozar un buen sueño y merecido
descanso, algo que no tiene precio ni límite de edad y para ello es necesario
que establezcas un horario definido para tu descanso nocturno y la duración de
un sueño profundo. Mucha gente se pasa la noche dando vueltas en la cama,
mirando el reloj, viendo televisión y revisando noticieros que tanto daño
producen, o bien esperando y rezando para que amanezca. Para mejorar esta
situación, es necesario hacer un balance general de tu modo de vida y así debes
considerar: ¿Cuál es tu horario de
actividad? ¿Tu tiempo que pasas en el transporte cotidiano? ¿Si es buena tu
calidad de vida en casa? ¿Si tu alimentación es equilibrada? ¿Si haces algún
ejercicio y practicas un deporte? ¿Si consumes alcohol, tabaco o bebidas
estimulantes en exceso?
En
la mayoría de los casos, la exageración de actividades laborales producen un
desgaste físico y hace que las personas estén propensas a sufrir algún
contratiempo en su trabajo, en la carretera y otras causas que son atribuidas a
fallas humanas y con frecuencia resulta producido por personas que producen
problemas que les repercute en privación de sueño. Debe tomarse en cuenta que
algunas personas ya padecen males cardiacos, obesidad, diabetes y viven muy
estresados por una variedad de problemas, su sueño es escaso y podría ser una
causa inadvertida. La falta de sueño nocturno produce un aturdimiento, y muchas
veces no damos la importancia que merecen los casos graves y peligrosos que
esto representa para la salud en general.
Diversas
actividades y condiciones de vida moderna, producen alterar el sueño en forma
notoria y las molestias de entorno son cada vez mayores, las exigencias
sociales se imponen cada vez más y es necesario atenderlas, y nosotros mismos
cometemos por negligencia, varios errores de higiene de vida. Estos elementos
influyen en imponerse en forma temporal o duradera, el mal dormir y las
consecuencias que se derivan en las alteraciones que hacemos de nuestra forma
de dormir. De nosotros depende cuidar debidamente del sueño, su gestión no es
una técnica misteriosa, sino una práctica de sentido común, para tener como
respuesta un descanso completo que nos permita recuperar energías para el día
siguiente.
Y
en tu caso: ¿Cómo estas durmiendo actualmente? ¿Lo consideras sueño profundo? ¿Cuántas horas duermes diariamente?
¿Acostumbras dormir alguna siesta en el día? Y pueden surgir una infinidad de
preguntas, lo importante es dormir bien y sentirse descansado durante todo el
día. Si sientes la necesidad de dormir una siesta y tus actividades te permiten
hacerlo, no lo dudes ni un momento; para
lograrlo en forma descansada, procura no haber comido demasiado, ubicarte en un
lugar tranquilo y en algún mueble o sofá cómodo, de esta manera te beneficiarás
logrando un sueño profundo que multiplicará tu rendimiento durante el resto del
día y en ocasiones puedes prolongar una velada cuando se hace necesario. Lo
importante es que sientas una tranquilidad y confianza para dormir bien por la
noche y sobre todo al día siguiente levantarte de buen humor que será lo mejor
que puedas hacer para lograr un maravilloso rendimiento durante todo el día que
será benéfico y ventajoso para ti. De modo que… a dormir bien y felices sueños.
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